Creo que es el salto cualitativo más importante de los últimos años. Hay que verlo, una y otra vez, pues con una no basta. Nunca una víctima ha sido entrevistada de esa manera, nunca ha tenido tribuna para mostrar el horror y el trauma en toda su infinita dimensión.
En este caso es la víctima del abuso de poder horroroso de la iglesia, pero podría representar también a un torturado, a un hijo de detenido desaparecido, a tantos que han vivivo su daño solitariamente, o que sólo en terapia han tenido un espacio para mirarlo. Hamilton da el paso de hacerlo urbi et orbi, y todos nos transformamos en testigos. Al haber testigos que escuchan y le creen el trauma es reconocido y sale a la superficie, así puede empezar a sanarse, pero creo que por sobre todo él nos está ayudando a sanarnos a nosotros.
Ya nada será lo mismo.
Aquí tienen el link con lo que escribió Paulsen horas después de la entrevista. http://elpost.cl/content/dolor-limpio-dolor-sucio
Carla Vidal P.