jueves, 30 de agosto de 2018

Notas de Familias y Terapias: El lugar de la familia en la aceptación de la identidad sexual.


A propósito del debate nacional sobre Ley de Identidad Sexual, les compartimos el nuevo capítulo de Notas de Familias y Terapias. En donde Gabriela García psicóloga y miembro de nuestro instituto nos entrega algunas pautas sobre "El lugar de la familia en la aceptación de la identidad sexual".

Esperamos que les guste y lo compartan.







Si Ud. quiere ver el video en alta definición, puede hacerlo en el siguiente enlace:


Cariños.

Equipo de Extensión

martes, 7 de agosto de 2018

Aportes al necesario enfoque familiar en la política pública

El cambio de nombre del Ministerio de Desarrollo Social a Ministerio de Familia y Desarrollo Social abre una perspectiva en lo concerniente a su ampliación de la atención de personas individuales a una que se ocupa de aquella organización donadora de vínculos afectivos primarios a la que se nombra y conoce como familia.

En la situación de las prestaciones ligadas a aquellas familias expuestas a la vulnerabilidad social, se espera que este hecho modifique la fragmentación de la atención en muchos de los programas existentes que en lo corriente derivan en una multiplicación de quehaceres y una innecesaria burocratización para aquellas familias multiasistidas.

Para que sea efectiva es necesario modificar el énfasis prioritario de la gestión y atención de casos individuales por evaluaciones y mediciones de eficacia de la atención, considerando además a la totalidad de sus miembros, es decir, a la familia como una organización sistémica.

Sin embargo, para que ello ocurra se requiere de algunos cambios importantes de mencionar:
a) Que existan códigos que cubran el valor de las prestaciones familiares en los programas que las brindan.
b) Que exista una formación continua de los profesionales y técnicos que estarán a cargo de estas prestaciones (educadores, trabajadores sociales, terapeutas ocupacionales, psicólogos y médicos).
c)  Que se evite la excesiva judicialización existente en la actualidad.
d) Que dialoguen los diferentes programas de intervención entre sí, entendiendo que operan con lógicas diferentes no sencillas de articular, y a la vez, con objetivos comunes.

Una propuesta que considera todos estos elementos se puede resumir en lo siguiente:
1.- Las familias o alguno de sus integrantes al requerir ayuda traen un mundo singular consigo, los profesionales que los atienden también traen el suyo.
Es algo que nos obliga a preguntarnos ¿Cómo intersectan si el que la toca la puerta trae un problema o el que la abrió les muestra un problema que el otro no ve, sin considerar lo que ha escuchado?
Es por eso que la empatía apunta a la importancia de preguntar y hacerlo desde preguntas abiertas que consideren la singularidad de cada cual para acordar con ellos la demanda que traen, reconocer los recursos que hasta entonces han empleado, los que junto a otro conjunto de observaciones específicas son necesarias de aprender y practicar.
2.- Como en estas situaciones existen diferentes niveles necesarios de ensamblar, otras preguntas a tomar en cuenta son, ¿cómo aparece la bisagra entre estos niveles? ¿Cuáles son estas bisagras para que enlacen distintas lógicas que incluyen el sistema familiar, el sistema de salud, el sistema educacional, la comunidad, y demasiadas veces, el sistema judicial?
Es por ello que importa una mirada dialogante entre la familia, la red y los diferentes programas con los recursos profesionales y económicos para llevarlos a cabo.
3.- Demasiadas estrategias fallan a la hora de su implementación porque estas suelen ser lentas y abarcan tiempos que exceden a los períodos de gobierno.
Al haber establecido una comisión transversal en lo referido a la infancia, piedra angular de cualquier política que incluya a los distintos tipos de familia, es la hora de plantear un criterio de eficacia que se pronuncie por las dos recomendaciones anteriores.
Las preguntas esta vez son, ¿Cómo sabemos que vamos en la dirección correcta? ¿Qué algoritmos nos conducen de un modo heurístico a la meta planteada?
Se nos aparece la necesidad de un profesional que sepa situarse en contextos sociales específicos y en las relaciones que allí se dan para efectuar la reflexión correspondiente.
Las personas que trabajan en estos contextos saben de la alta rotación que existe en este tipo de labor y el desgaste y frustración que esto conlleva.
Para que la protección de los vínculos afectivos sean más permanentes se requiere considerar un conjunto de variables que exceden estas líneas y alerta de la ejecución precipitada.

Quisiera invitar a una reflexión final: los que diseñan las estrategias en una meseta cuando no contemplan el diálogo con los que trabajan en terrenos más pantanosos y no recogen ni reconocen su experiencia, como así mismo, no escuchan las voces de las familias, más veces fiscalizadas y poco partícipes de las soluciones, pueden equivocarse y no comprender por qué falla la relación entre buenas estrategias y malas implementaciones.



Dr. Sergio Bernales M.
Instituto Chileno de Terapia Familiar