jueves, 25 de agosto de 2011

Acerca de la Revista De Familias y Terapias

Me han pedido que escriba sobre la importancia de contar con una revista de terapia de enfoque sistémico en nuestro país, en este caso la revista De Familias y Terapias del Instituto Chileno de Terapia Familiar.

Como diría la abuela, me acuerdo como si fuera ayer cuando Sergio Bernales soñaba esta revista que ya cumplió 18 años y 29 números, de la
zozobra para sacar cada nuevo ejemplar y el cálculo implacable con cifras ¿rojas o azules? que podrían arrojar este esfuerzo y su impacto en las finanzas del IChTF. Así también, recuerdo las discusiones sobre las líneas teóricas y secciones que debían dar una identidad a ésta. Esta tarea fue llevada con compromiso, dignidad, tenacidad y mucho afecto. Era algo que importaba y que tenía un halo de trascendencia.

Ahora, la revista es hábito en nuestras vidas. La hemos leído, recomendado y regalado a otros. Salió a recorrer mundo y habita hogares, bibliotecas y librerías. Es una visita intrusa de numerosos seminarios, mete su portada en las mesas de los libreros y siempre se las arregla para llamar la atención. Ya sea por la promesa de aquello que a uno le interesa o por leer algo que escribió un/una colega. La revista atrae. Se acoge con cariño y se despliega con orgullo.

De Familias y Terapias pertenece a un grupo que la sabe suya, la busca, la espera y la lee. Sin embargo, una revista es por excelencia vinculación con otros. Busca encontrar un interlocutor que le de vida en cada acto de abrirla y leerla. Si esto no sucede es palabra sin vida. Se necesita un lector para que adquiera sentido y cumpla su cometido, al menos dos participantes , y como nos recuerda Bakhtin, el texto y su lector interesado serían lo básico de este acto. ¿Cuántos interlocutores necesitamos para hacer una revista?.

Para comenzar hay creadores, comité editorial y autores que escriben. El círculo se cierra con la lectura y su socialización en comunidad. Con ese gesto, se transforma en un acto comunicativo propiamente en que se ofrece la palabra para que otro se la apropie, en este caso, los lectores se apropian de aquello que leen y lo hacen parte de su acervo para luego transformarlo y transmitirlo.

La revista deviene en una herramienta de trabajo, un modo de acercarse a otros, un instrumento de formación, una provocación para la reflexión, un modo de ser comunidad y reclamar pertenencia, un modo de distinguirse y mostrar quién se es y a qué se dedica uno, con quienes lo hace y la importancia que asigna a su afán . Permite poner en la palestra visiones de mundo, valóricas, éticas, teóricas y bajadas a prácticas profesionales. Con De Familias y Terapia somos.

Imagine usted, estimado/a lector/a que usted accede a un número, sabe de ella o lee algún artículo vía web. Usted puede encontrarse en cualquier punto de nuestra loca geografía o allende la cordillera y el azul pacífico, ojalá lejos y que esa revista después de varios azares llegue a sus manos y sea de utilidad su lectura. Allí, en ese imaginario punto habremos de completar el virtuoso circuito sistémico. De Familia y Terapia es un importante eslabón. Le invito a que contribuya escribiendo, lea lo que otros reflexionan, comente, pásela a otros, haga trabajar a sus estudiantes a través de su material.Nuestra revista tiene secciones que permiten una colaboración desde muy distintos quehaceres y perspectivas.

Finalmente, creo haber dejado claro el punto. La importancia de tener y mantener una revista que desarrolla visiones sistémicas en psicología clínica y social trasciende la revista misma: nos permite recrearnos de distintos modos, nos permite desarrollarnos y hacer psicología con un sello identitario. ¡De Familias y Terapias abre sus páginas para recibir a todo aquel que quiera compartir esta maravillosa aventura!

María Teresa del Río Albornoz (PhD)
Terapeuta familiar y miembro IChTF
Decana Escuela de Psicología
Universidad Central