viernes, 27 de noviembre de 2015

Notas de Familias y terapias 1

Hoy damos comienzo a una nueva manera de acercarnos a los profesionales y a las personas que permanentemente nos visitan, que quieren saber cómo pensamos, qué hacemos y por qué no, obtener alguna buena idea para sus prácticas familiares y profesionales. 
Aprovecharemos esta plataforma  para  compartir reflexiones e ideas de temas importantes de la vida de las familias y las parejas, plasmando en temas concretos nuestros modos de comprender las relaciones humanas, nuestras visiones acerca del dolor y del sufrimiento, así como de los recursos y potencialidades de las familias, de los padres, madres, de la hermandad y de las dificultades y tareas propias de las diferentes etapas de la vida de las familias y la parejas.
Abordaremos los temas en un formato breve, de fácil acceso para todos. Un Click, no más de 4 minutos, y podrán quedarse con algunas ideas que pensar y otras buenas ideas para hacer. Iniciamos este proyecto  de “Notas de familias y terapias” con la Psicóloga  Paz Canales, quien se refiere a una idea central tras el Proyecto Psicosocial de nuestro Instituto: “Siempre hay Familia”y que será desarrollado ampliamente en la versión 2016 del Diplomado. http://www.terapiafamiliar.cl/web/cont_docen_2.php?cod_info=14&id=descripcion
Si Ud. quiere ver este video en alta definición, puede hacerlo en el link: https://www.youtube.com/watch?v=b8cf7yOWPYE


Que lo disfruten.!!
Equipo Extensión IChTF 


lunes, 9 de noviembre de 2015

El triunfo de la esperanza en la sinfonía familiar

                   
  Cuando me invitaron a escribir algo que se relacionara con el último seminario de divorcio preparado por el equipo USEP (Unidad de Terapia Familiar en procesos de Separación y Familias Ensambladas) del ICHTF, no pude ocultar mi entusiasmo, porque sentí que en ese encuentro aprendí cosas fundamentales para un terapeuta. La primera idea que  emergió en forma espontánea, era algo así como “El triunfo de la esperanza en la  sinfonía familiar”. El desarrollo de una orientación, un horizonte de significación,  en el que la orquesta puede seguir haciendo música, y se puede seguir versionando la vida desde ese lugar fundamental. El núcleo de afecto primario en su contexto, y cómo ello deriva cuando ocurre un quiebre doloroso como una separación o divorcio, donde “la obra” se replantea y se versiona desde otro lugar, desde un camino trasformador y posible de recorrer, donde lo sombrío y lo claro tensiona hacia una co-inspiradora situación de significación, la colaboración y la re-organización familiar.
          No es muy común transitar con una temática como la de  divorcio y familia, desarrollándola en el  abordaje de 4 preguntas fundamentales involucradas en un proceso de cambio: ¿Qué sucede?, ¿Qué se hace?, ¿Cómo se hace?,  para finalmente  llegar al ¿Qué nos  pasa? Muchas invitaciones suelen reducir estas preguntas exclusivamente al ¿para qué?, lo que no ocurrió en este caso y se agradece, porque eso permite ver cómo se puede acompañar a las personas que han quedado suspendidas en su “sinfonía familiar” por un divorcio o separación, considerando la irreductibilidad  y singularidad de sus procesos, pero sobre todo, el espacio que puede ocupar un equipo terapéutico, desde su propio sesgo, el marco comprensivo que da la mirada sistémica con una práctica consistente con ello, donde hay una historia de  reflexión, búsqueda, impasses, colaboración de equipo y sobre todo una capacidad de construir relaciones humanas capaces de sostener todo lo anterior, en situaciones tan sensibles como los divorcios destructivos. Así, por esta vuelta, uno puede volver a la pregunta del ¿para qué? desde un ángulo mucho más amplio, convincente e inspirador, para trabajar para algo que les sirva y les haga sentido a las personas que viven esta experiencia y a los terapeutas que abordamos estas problemáticas.
          Partimos en esta jornada con una actualización en el marco legal,  y la idea que me quedo de eso, es que hoy el divorcio permite orientarse hacia bienestar de los hijos, pero entendiendo que el matrimonio ya no es la única base en la que se sostiene el núcleo familiar de la sociedad, y por lo tanto, la emergencia de una perspectiva en que el quiebre matrimonial no destruye  la familia, y que en esto,  no da lo mismo como los padres se divorcian, ya que traen a la mano la constitución de vivencias en sus miembros que influyen en su desarrollo psicológico e identidad.  
          Se propone la idea de que hay una diversificación de la forma en que se está entendiendo a la familia,  porque afectan la vida íntima de la familia, “termina la pareja pero la familia continúa”.  ¿Cuál es “la música” que se viene dando en una familia que se divorcia?, ¿Cómo los procesos de autonomía  relativa entre los distintos ejes relacionales de la familia, van siendo interferidos por el conflicto post-conyugal? ¿Cómo se despliegan las fases del duelo de un divorcio en la vivencia familiar del conflicto post-conyugal?, Desarrolladas estas preguntas, avanzamos al ¿qué se hace?,  y al ¿cómo se hace? En este punto destaco el aporte del equipo para visualizar y construir un modelo que permite sostener un  foco en distintos dominios de la problemática y hacer coexistir objetivos para ello, sosteniendo un encuadre y una alianza respectiva para la particularidad de cada proceso.
Finalmente ¿Qué nos pasa?, el particular sello del ICHTF de la persona del terapeuta, que nos pasa a los que acompañamos a esta “orquesta “ a conectarse con la “música” que hacen, y la “música” que hacemos. ¿Qué nos sitúa en la vivencia del terapeuta en el trabajo con estas vivencias familiares?  La resonancia fundamental que nos conecta.  En este punto, para mí, fue fundamental poder recepcionar el trabajo de equipo, una intencionalidad biográfica a situarse desde el lugar de la persona del terapeuta y de la identidad de equipo. Para los terapeutas  como yo,  que somos de regiones, esto constituye un gran desafío y se recibe con gratitud el mensaje y la forma en que se hizo en la jornada.
           Lo anterior permite entender la cualidad de estos procesos, porque requiere de equipos atentos y conectados para llevar el tiempo de cambio que se nos solicita y que podemos ofrecer. En medio de tanta vulnerabilidad, se puede llegar a conservar la riqueza en las relaciones familiares, aunque el tiempo para ello no tenga que ver con la premura para el cambio funcionalista y efectista que a veces predomina en las expectativas de muchos terapeutas. Más bien,  permite  reivindicar lo delicado y cuidadoso, de hacer con mínimos actos, lo máximo, desde un modelo comprensivo y practicas coherentes, que sostengan el acompañamiento necesario.
Me permito con esto parafrasear al doctor Sergio Bernales,  cuando dice “que gane la tortuga”, resguardando los contexto de esta frase, creo que en lo que estoy señalando, es válido para que la sinfonía perdure y se versione, al ritmo y al tiempo que se necesite  cuando hay esperanza  y oportunidad de cambio para una familia, tras un quiebre conyugal.



Enrique Campillay Pizarro

Terapeuta de Adultos, Familias y Parejas.