miércoles, 21 de septiembre de 2016

"Hablando sobre drogas con los hijos".

Los invitamos a revisar los dos nuevos capítulos de "Notas de Familias y Terapias", en donde  Ps. Eduardo Nicholls, continúa entregándonos alguna  ideas sobre lo que debemos saber sobre drogas y adolescentes para poder conversar con ellos.

Esperamos que les guste!!






martes, 13 de septiembre de 2016

¿"El buen trabajo de un hombre malo"?

Como muchas personas de mi generación, disfruté de las películas de Woody Allen, así como de leer sobre su emocionante vida privada con Mia Farrow, la niña-actriz, que se enamoraba de hombres mayores y adoptaba niños alrededor del mundo. Ellos vivían en departamentos separados, ubicados frente a Central Park, de Nueva York, pero fueron pareja durante 11 años. Durante estos años, adoptaron tres niños y fueron padres de un hijo biológico, Satchel.

Este encantamiento con el genial director de cine terminó para mí cuando salió a la luz la relación de Woody Allen con la hija de Mia Farrow, Sonn Yi Previn, en 1991. El, en ese entonces, Woody tenía 56 años, ella, 20 y aún vivía en el hogar materno. Al hacerse pública esta relación, Soon Yi dejó ese hogar y se fue a vivir con Woody Allen, con quien se casó en 1997. (Hasta el día de hoy están juntos y tienen dos hijos).

Al descubrir esta relación, Mia Farrow aulló de dolor, y en 1992 acusó a Woody Allen de abusar sexualmente de la hija adoptiva de ambos, Dylan, de siete años. Los testimonios de la niña se conocieron públicamente. Los abogados de Woody se encargaron que Mia Farrow luciera a los ojos del mundo como una  mujer despechada por el hombre que amaba, que la dejaba por una mujer joven, y  lo acusaba de abuso sexual a una menor. Dylan fue arrastrada a múltiples peritajes, y, a pesar de su relato, y del antecedente sobre su hermana, no se comprobó el abuso. Mia Farrow decidió, finalmente, dejar la demanda, ya que la niña estaba muy afectada. A pesar de esto, en un juicio civil por la custodia de los niños de la pareja, el juez determinó que Woody Allen había actuado inapropiadamente como padre y decidió entregar la custodia de los cuatro hijos de la pareja a Mia Farrow. (http://www.huffingtonpost.com/danny-shea/heres-the-1993-woody-alle_b_4746866.html).

En 2014, Dylan Farrow escribió una carta pública titulada "¿Qué película de Woody Allen es su favorita?" en el momento en que Woody Allen había sido nominado al Oscar. (http://kristof.blogs.nytimes.com/2014/02/01/an-open-letter-from-dylan-farrow/) En ella detalla lo que sufrió a los 7 años. Dio que hablar, pero la prensa, mayoritariamente, se inclinó por pensar que la niña había sido manipulada por su madre a esa edad y que lo que ahora declaraba eran falsos  recuerdos. 

Hoy día, cuando Woody Allen presenta en Cannes su última película, es Ronan (antes llamado Satchel), el hermano dos años menor que Dylan, quien escribe un ensayo en el Hollywood Reporter, diciendo: "yo le creo a mi hermana. Incluso a los 5 años, me intranquilizaba el comportamiento extraño de nuestro padre hacia ella, que se metía en su cama y la obligaba a chuparle el pulgar". Se siente culpable por el silencio que mantuvo por años, cultivando la distancia, ocasionalmente publicando una línea en Twitter, a lo más. Y, con respecto a su hermana Soon Yi, pregunta: ¿Cómo pudo Woody Allen iniciar una relación con una mujer que era su hija? (http://www.hollywoodreporter.com/news/my-father-woody-allen-danger-892572)

El caso de Bill Cosby, un venerado actor acusado de múltiples casos de acoso sexual, hizo que Ronan decidiera salir la luz pública (http://www.etonline.com/news/154160_timeline_of
_bill_cosby_sexual_assault_allegations/) Ronan y su hermana sienten que el hecho que actores famosos trabajen con Woody Allen es una forma de traición, una forma de manifestar que no se cree lo que le sucedió a Dylan. Como dice Jeffrey Kluger,  periodista de la revista Time: "como si así se aprobara el buen trabajo de un hombre malo..." (http://time.com/4327542/ronan-farrow-woody-allen-siblings/) Los actores que trabajaron con Woody Allen en su última película han dicho: "No hubo suficiente evidencia de que el abuso ocurriera... hay temas que conciernen solo a la familia..."

Además de la publicación de su ensayo, Ronan ha dado otros pasos para alejarse de su padre. Entre ellos, dejó de usar su primer nombre Satchel, optando por Ronan. No habla con Woody Allen y es muy cercano a su madre y a su hermana Dylan. Este joven siente que la prensa, (y él mismo es periodista), no se interesa por las víctimas y no se interesa en tocar a ídolos que proporcionan dinero y fama. Su artículo en una revista influyente del medio artístico da cuenta de sus sentimientos como hermano y de la desazón que siente por el desequilibrio en la información cuando el agresor es una persona famosa, como su padre, o como Bill Cosby.

Yo, en este lejano rincón del mundo, decidí, en los lejanos 90, nunca más ir a ver una película de Woody Allen, por muy buena crítica que tuviese. ¿Qué me hizo actuar así? ¡El hecho que tuviera una relación anterior con su propia hijastra, relación que él no negaba, sino que endulzaba diciendo que "ella nunca fue una hija para mi"...! Si él podía tener una relación amorosa y sexual con una joven, hija adoptiva de su pareja, en el propio hogar de su madre... ¿cómo no iba a ser posible que iniciara una relación abusiva con su hija pequeña? Yo le creí a Dylan y decidí que lo que Woody había hecho a su familia no difería demasiado de otras relaciones abusivas que, con frecuencia, atendíamos en el Hospital Calvo Mackenna.

En este caso se da el antiguo dilema que enfrentan con frecuencia los terapeutas y las cortes de justicia. ¿Hubo aquí un abuso sexual intrafamiliar, perpetrado por un padre a una hija de 7 años, o se trata de alienación parental, de un adulto despechado que quiere castigar a quien lo traicionó privándolo de ver a sus hijos?

El juez Elliott Wilk determinó en su sentencia: "tal vez nunca sabremos lo que ocurrió el 4 de agosto de 1992, pero el comportamiento del Sr. Allen hacia Dylan era inmensamente inapropiado y deben tomarse medidas para protegerla." Agregando: "no hay evidencia creíble que la Sra. Farrow actuó motivada por un estado de venganza hacia el Sr. Allen por seducir a SoonYi."(http://www.huffingtonpost.com/danny-shea/heres-the-1993-woody alle_b_
4746866 html).

Ahora bien... abandonando por un momento nuestra personal admiración por un famoso director de cine, o mi propia visceral condena ante los hechos presentados ¿cómo habríamos actuado nosotros, terapeutas familiares del Instituto Chileno de Terapia Familiar, enfrentados a un caso semejante, en el día de hoy? 

En un caso semejante, en que hay una sentencia judicial al respecto, habríamos iniciado la reparación del caso abordando en terapia familiar a la familia "que queda" después del abuso, es decir, a Mia Farrow y sus hijos, reparando los puentes entre el niño agredido y el adulto protector, fortaleciendo esta relación, escuchando por separado a todos los actores de este drama, viendo cuál pudo ser la falla protectora que llevó al niño a callar en la etapa en que se estaba iniciando la seducción abusiva.  

El maltrato grave en niños y adolescentes es, desafortunadamente, un fenómeno frecuente. Afecta, en términos muy conservadores, a alrededor del 22% de los niños en Chile, según datos de Unicef. Estas cifras se refieren, fundamentalmente, a los casos de maltrato físico y abuso sexual. Otras formas de maltrato, como la violencia psicológica, el ser testigo de violencia y la negligencia o abandono, no están incluidas en estas cifras, aún cuando pueden ser igualmente graves. Aunque todas estas son consideradas como vulneración de los derechos de los niños, sólo son constitutivas de delitos el abuso sexual y el maltrato físico con lesiones para la ley chilena. 

Así ocurre que los Tribunales de Familia absorben los casos en que hay vulneración de derechos y la Fiscalía interviene si hay delitos.

Los Tribunales de Familia optan, en los programas de Reparación de Maltrato grave por solicitar una terapia individual para la víctima como un eje fundamental para su recuperación. Esta es una buena medida, pero en los niños y adolescentes, aún dependientes de sus familias, es una medida incompleta. No son los niños los únicos responsables de lo sucedido, como pareciera implicar una terapia individual. No hay completa "reparación del daño" provocado por el trauma del abuso o el maltrato,  si no se repara el tejido familiar en que se habita.

Para que ocurra el maltrato o abuso (tanto intra como extrafamiliar), algunas hebras de este tejido familiar han sido previamente debilitadas o están dañadas. Puede ser que el niño no tenga voz para pedir ayuda, se sienta silenciado, amenazado, sea invisible. Los adultos que los podrían proteger y cuidar o no existen, o están a su vez sumergidos en sus propias tragedias, sometidos, enfermos... O bien están ofuscados y distantes, considerando al niño como el causante de sus dolores y desventuras, alguien quien no los comprende y que no contribuye a aliviar sus problemas.

Por uno u otro motivo, y estos pueden ser infinitos, dada la variedad y unicidad de cada situación familiar, hay un desencuentro entre el niño que necesita protección y el que lo podría proteger.

La combinación de terapia individual con terapia familiar es, para algunos autores, la combinación más exitosa (Furniss, 1991, Scheinberg, 2001, True, 2014). Es, también, lo que nosotros hemos visto, a través de nuestra experiencia en la Unidad de Terapia Familiar del Hospital Luis Calvo Mackenna, a lo largo de 25 años de trabajo. 

Así fuimos aprendiendo que, si la terapia llevaba a distanciar o a debilitar a los miembros de la familia, el resultado era desastroso y el maltrato podía extenderse y perpetuarse. Si, por el contrario, se trabajaba con los recursos de la familia, aunque estos parecieran escasos o defectuosos, se podía reconstruir este tejido familiar en riesgo. 

En el abuso sexual infantil, los estudios realizados concuerdan que una variable determinante en la severidad y duración de los síntomas del niño es cómo la familia responde al abuso. (Furniss, 1991). El impacto en la autoestima del niño se relaciona con el grado  en que los adultos protectores culpan o apoyan al niño. La respuesta de sus adultos protectores influye en su recuperación. No se puede obviar este importante recurso para reparar el daño provocado. En el caso de Dylan, la respuesta protectora de la madre fue oportuna, pero ella misma estaba debilitada por el impacto de conocer que su pareja había seducido a otra de sus hijas.

No sólo las respuestas del entorno inmediato del niño contribuyen a la recuperación del niño que ha sufrido, también es importante cómo el mundo social responde y aquí cobran importancia las instituciones, cuyo deber es colocar el bienestar del niño como prioritario. La acción de la justicia, de protección, de sanción, pero también, como en el caso de Dylan Farrow, el tratamiento que la prensa da a un caso, cuando este es público, y se inclina, en su narrativa, por creerle al niño o dejar de hacerlo. 

La reparación del maltrato no es sólo tarea del niño, sino tarea de su entorno, y en este sentido, la terapia familiar tiene un papel preponderante.  El objetivo primordial el reconectar al niño con sus familiares protectores, lo que se logra en un encuentro terapéutico respetuoso para todos. Para ello hay que potenciar un enfoque colaborativo con la familia, escuchando a cada uno de sus miembros, aceptando que la parentalidad puede no haber sido óptima, manteniendo el juicio moral donde la responsabilidad del abuso o maltrato es del agresor. El niño tiene que sentirse protegido de futuros abusos, sabiendo a quién en su red familiar recurrir.

El desafío para los terapeutas familiares en estos casos es integrar los aspectos lineales de los procedimientos legales y proteccionales con los aspectos relaciones de las familiares. (Furniss, 1991).



Dra. Ana Margarita Maida S.
Grupo de Estudio de Intervención en Reparación de Maltrato y Abuso Infantil
Instituto Chileno de Terapia Familiar

Referencias:

1. http://www.huffingtonpost.com/danny-shea/heres-the-1993-woody-alle_b_4746866.html.
2. http://kristof.blogs.nytimes.com/2014/02/01/an-open-letter-from-dylan-farrow/
3. http://www.hollywoodreporter.com/news/my-father-woody-allen-danger-89257
4. http://www.etonline.com/news/154160_timeline_of_bill_cosby_sexual_assault_allegations/
5. http://time.com/4327542/ronan-farrow-woody-allen-siblings/
6. Kluger, J.: The sibling effect. What the bonds among brothers and sisters reveal about us. 2011. Riverhead books. New York
7. Furniss T.: The multiprofessional Handbook of Child Sexual Abuse. Integrated management, therapy and legal intervention. 1991. Routledge. London.
8. Scheinberg M., Fraenkel P.: The relational trauma of incest. A family based approach to treatment. 2001. The Guilford Press. New York.
9. True, F.: Conferencia trauma relacional. 2014. Seminario Ackerman ICHTF