lunes, 22 de julio de 2019

Desafíos de las parejas en la etapa de Crianza


¿Estará la pareja humana actual más constituida sobre el erotismo y la sexualidad que en otras etapas de la historia, siendo esto la más esperada y más frágil condición de una pareja?

La naturaleza del emparejamiento tiende a la reproducción, para eso estamos determinados biológicamente. Desde ahí nacen los hijos/as, para que la especie sobreviva, y con ellos el gran desafío del ser humano actual. ¿Cómo lograr la suficiente adaptación a las múltiples demandas laborales, sociales, tecnológicas, mantener la satisfacción afectiva dentro de la pareja y compatibilizar todo esto con las tareas que implica la crianza?

Al tener un hijo se abre una inmensa compuerta de amor desconocida y una gran carga de trabajo. Los miles de esfuerzos y recursos que es necesario activar para su cuidado son inconmensurable e inmedibles.

Y ahí comienza el desafío de la pareja. ¿Qué tiene que ver gustarse con pagar cuentas, sentirse postergado, estar asustado, cansado y siempre demandado de atención?

La construcción y el cultivo del vínculo con un hijo o hija es una exigencia y también un acto creativo constante, ellos siempre van un paso adelante y los padres van detrás aprendiendo a desplegar habilidades para adaptarse a su desarrollo.

Quienes lo logran son capaces de postergar sus necesidades inmediatas porque la urgencia de los requerimientos de los niños es mayor. Confían en el otro y lo ven como una persona que aporta conocimiento, experiencia, intuición, responsabilidad y amor.

El compromiso, y por lo tanto el apego, se siente como algo compartido donde se valora la compañía y el acompañamiento. Surge la complicidad en torno a un otro que se les parece y en el cual se reflejan, pero que al mismo tiempo tiene tanta identidad propia.

La oportunidad de disfrutar el desarrollo de los hijos e hijas, su lenta y milagrosa adquisición de funciones, se puede ver interferida por la frustración y el conflicto que genera  no sentir al compañero/a a la altura de las circunstancias en capacidad de empatía, generosidad, postergación, trabajo. Donde la frustración genera sentimientos de rabia y el conflicto una desilusión que lleva al distanciamiento. El rol de padre revela aspectos desconocidos de la pareja y surgen nuevas necesidades que se hace necesario negociar. 

El nacimiento de un hijo/a conlleva una serie de movimientos; hacia el mundo externo por la necesidad de cubrir salud y educación, hacia el mundo interno desde el desarrollo de las habilidades parentales y hacia el mundo social por todo lo que ellos traen a muestras vidas durante su crecimiento. 

Todos estos cambios y exigencias de adaptación son los desafíos que la pareja tendrá que sortear para vivir esta experiencia como una etapa, aunque, demandante, nutritiva y llena de novedades.

Ps. Antonia Raies R.
maraies@puc.cl
Instituto Chileno de Terapia Familiar.

viernes, 19 de julio de 2019

The Squid and the Whale o, Historias de Familia

The Squid an the Whale o, Historias de Familia
Año 2005
Director y guión: Noah Baumbach
¿Por qué cambiar el nombre de esta película desde “El calamar y la ballena”  o “El calamar y el Cachalote”, por el de ”Historias de familia?

Historias de familias hay infinitas, pero las historias de las familias en las que hay un divorcio destructivo son más que solo historias de familias. La relación entre el calamar y la ballena es más que una simple historia entre dos animales marinos.

Los calamares son de los depredadores supervivientes más grandes del planeta. La dieta de las ballenas cachalote está basada principalmente en calamares. Muchas ballenas cachalote tienen cicatrices en su piel derivadas de peleas con calamares gigantes. Y, se han encontrado enormes cantidades de calamares de estas especies en los estómagos de las ballenas cachalote muertas.

El museo de Historia Natural de Nueva York escenificó hace años y exhibe la  escultura de tamaño natural que aparece en la cinta y que representa el imaginario encuentro entre estos dos monstruos marinos. Imaginario porque son escasas  las veces que se ha logrado fotografiar estas peleas que ocurren en las aguas más profundas de los mares. Muchos niños se fascinan y se aterrorizan con la escena. Igual que Walt, para quien el recuerdo de esa imagen aterradora era a la vez el recuerdo de los momentos más cercanos a la madre y a la época en que aún, no capturado en la lealtad hacia el padre, podía sentirse querido y cuidado por ella.

Estas peleas monstruosas ocurren en las profundidades más inexploradas de nuestros océanos. En las aguas frías, en las aguas plagadas de peces abisales que aterrorizan por su fealdad y por la electricidad de sus cuerpos, pero que a la vez  encantan por las sorprendentes luces que emanan.

La metáfora que toma el  director, representa los núcleos neurálgicos de los divorcios destructivos:

Buen título el de la ballena y el calamar para representar la violencia de la depredación de una pareja que no pudo separarse bien, pero que antes de eso, no pudo construir una buena relación de pareja. Porque desde sus orígenes la competencia y la rivalidad eran dos de los ingredientes centrales de esa relación. Ni siquiera el tenis era un juego de tenis. El tenis era  simplemente una oportunidad para demostrar supremacía y dominio sobre el otro. El calamar y el cachalote no pueden tener una relación colaborativa, tienen que competir, porque el que pierde, muere. Alguien tiene que ganar. El que pierde, es engullido y desaparece.

El terror y la atracción que produce la imagen de esta lucha descarnada es la misma que viven los niños frente a las peleas de sus padres en grave conflicto. Las detestan, les hacen daño, pero no pueden abstraerse de ellas. Una niña de 14 años, miembro de una familia con un divorcio destructivo de 9 años me dijo….”No puedo y no quiero dejar de participar de sus peleas, porque es la única manera que tengo de saber cuál de los dos dice la verdad”.

Los niños no pueden protegerse. O son demasiado pequeños, o son más grandes, pero atrapados en las lealtades con sus padres.

Los padres, están demasiado enfrascados en sus propias necesidades y conflictos como para ver las necesidades de sus hijos. ”Es Lunes, no es MI turno, tienes que irte con tu papá”. ¿es que los Lunes no se puede necesitar conversar con la madre?.

El calamar y el cachalote metaforizan la violencia. En el caso de los divorcios destructivos, el maltrato y el abuso parental hacia los hijos. El abandono y la negligencia que poco tiene que ver con la falta de amor y sino más bien con insuficientes desarrollos emocionales y perturbaciones psicológicas y psiquiátricas que impiden elaborar la experiencia de la separación. Ya me referiré a esto más adelante.

Cómo nos muestra el maltrato Baumbach?. Con una mezcla de obviedad y ridiculización que más parece una ironía. Una mezcla entre comedia y drama, ante la que no es claro si llorar o reírse. De un modo en que permanentemente nos peguntamos si son así las cosas o si exageran. Si están amplificadas las consecuencias del conflicto post-conyugal en los hijos o si es más bien  un dato de una la realidad real. Si me remito a mi experiencia en el trabajo con estas familias. No, no exagera. Los padres en conflicto sencillamente pueden olvidar a sus hijos, fenómeno psicológico reflejado en la película en la concritud  del olvido del hermano menor en la casa de la madre mientras ésta y su pareja se van de fin de semana y el padre y el hermano mayor se van a la universidad en busca del esquivo reconocimiento, mientras el niño pequeño toma alcohol y se masturba tres días absolutamente abandonado. ¿en qué terminará Frank?

No siempre es obvio que los hijos de los divorcios destructivos son hijos maltratados y que las dinámicas de estas parejas y familias caben en la distinción de violencia intrafamiliar. Quienes trabajamos con estas familias tenemos que ser expertos, entrenarnos y tener modelos para intervenir desde la perspectiva del trabajo con relaciones violentas.

Yo no habría cambiado, ni por razones comerciales siquiera, el título original  de la película.  Visibilizar y hacer conciencia de la violencia y los costos de ésta en el desarrollo de los niños es un modo de dar la verdadera importancia que tiene hacer la distinción entre divorcio y divorcio destructivo. Distinción que para nosotros como terapeutas resulta fundamental, pues si divorciarse no es lo mismo que divorciarse destructivamente, hacer terapia en procesos de separación no es lo mismo que hacer terapia en procesos de divorcios destructivos. Por supuesto, tener a los padres separados o divorciados no es lo mismo que ser hijo de padres divorciados destructivamente.


Custodia Compartida

Una pareja a la que atendí en terapia me contaba. El padre de la única hija de tres años de ella, después de varios años de separación y restricciones impuestas a la relación del padrastro con la hija, se reúne con su exesposa y le dice.

“Ya es claro que no volveré a vivir con Francisca nunca más. Me he dado cuenta también de lo bien que está con ustedes y de lo absurdo que resulta ahora que no pueda viajar de vacaciones. Siempre seré  su padre, pero ella  no puede vivir con dos sistemas de vida tan diferentes y yo seguir pretendiendo que puedo intervenir e influir en su desarrollo como lo puedes hacer tú. Necesita una educación coherente y tu y Carlos lo pueden hacer bien. Dile a él que asuma la responsabilidad que significa vivir con nuestra hija y que se haga cargo. Yo me retiraré, seguiré estando y  si hay algo que definitivamente no me parece, te diré, pero, háganse cargo ustedes. Con ustedes vive y si yo armo otra familia más adelante, ella será una visita en mi casa”.

En un principio me asustó, porque pensé que la abandonaba, pero no. Simplemente se abría a la participación del padrastro en la crianza de los hijos. Como les dije: Ahora el eje parental lo conforman los tres: el padre, la madre y el padrastro.

Hay muchas maneras de organizarse familiarmente después de una separación. Hay diferentes sistemas de organización de la custodia y de mantener el contacto regular y permanente con los padres  o madres con los que no se vive.  Esta película hace que me parezca interesante reflexionar acerca de la custodia compartida como sistema de tuición post-divorcio. A mi juicio Bambauch muestra uno de los lados más cuestionables de este tipo de sistema. ¿al servicio de quién está?, ¿qué lugar ocupan las necesidades de los hijos en este sistema? La impresión que me he hecho, a partir nuevamente de mi experiencia, es que responde más a una necesidad de los padres que de sus hijos. A una necesidad de distribuir más equitativamente los costos emocionales y económicos que tiene ser el padre o madre custodio o a la dificultad aún  mayor de ser el sostén emocional y económico cuando no se es el padre o madre custodio. La custodia compartida permite que estos costos se distribuyan con la esperanza de que al menos en esto va a haber la equidad y la justicia que no había habido durante la relación  de pareja.

En general, como en la película, no son los padres los que rotan de una casa a otra, son los hijos. No son los padres lo que tienen que trasladarse y “cruzar al otro lado del puente” cada vez que “les toca” en “su” otra casa. Son los hijos. No son los padres los que tienen que vivir en dos mundos sin un hogar residente. Son los hijos. No son los derechos de los niños los cautelados con este sistema, son los derechos de los padres. Por suerte el gato es solo un gato y no un hijo. La suerte del gato es que se puede quedar. El gato no es parte de la disputa. Le pertenece a Frank. Sé que este cuestionamiento puede ser controversial. Ocurre que el director de la película muestra la custodia compartida justamente desde sus aspectos más difíciles. Definitivamente la custodia compartida no es opción para los divorcios destructivos. Para que ésta sea una buena opción tiene que haber una relación de colaboración entre los padres, el diálogo tiene que ser posible para flexibilizar los esquemas en función de las necesidades de los niños. Los niños no pueden estar en medio de un conflicto grave teniendo que sufrir y destruirse poco a poco como el hermano menor  ir de casa en casa intentando resolver los conflictos entre los padres o mitigar el dolor de éstos en una y otra casa.

Bambauch pone en imágenes y diálogos, llevados casi al absurdo los costos de este sistema en estos casos.

Lo Fraterno

Historias de familia es la historia autobiográfica del director de la película. Es la historia de él y su hermano frente al divorcio de sus padres. Es el divorcio destructivo narrado, descrito desde la experiencia de los jóvenes.

Desde el punto de vista relacional, esta es una fratría dividida. Los hermanos no han podido conformar el eje relacional fraterno de modo que puedan hacer frente juntos a las dificultades de sus padres. Cada uno está capturado en otro eje relacional que no les corresponde. Frank en el eje materno filial y Walt, el hermano mayor, en el eje paterno filial. Desde esta definición de lugares y lealtades, no es posible constituir fratría. Son el hijo de la madre y el hijo del padre, quienes pelean reproduciendo especularmente el conflicto de los padres. No son los hermanos Berkman que se pueden proteger, salvar, tener complicidad y acompañarse en medio de las dificultades. Son Frank y Walt conversando con guantes de box en sus puños mientras la intensidad del conflicto sube hasta que terminan agrediéndose en el suelo. No es simplemente una pelea entre hermanos, es la misma pelea que por años han tenido sus padres.

Me pregunto qué habrá pasado en la vida real con los hermanos Bambauch. ¿habrán podido construir hermandad después de esta experiencia? En la cinta hay una cierta esperanza para Walt, no hay los mismos indicios para Frank, pero, ¿para los hermanos? Son muy pocos los indicios de que podrán construir hermandad. Sí, uno relevante: El gato. La escena en que Frank le pasa el gato a su hermano en un gesto de apoyo y reciprocidad. Walt se iba a casa del padre protegiendo al hermano menor de que el padre se lo llevara a la fuerza del lado de la madre. Apoyo, protección y reciprocidad, tres aspectos esenciales de la fraternidad.

La fratría o hermandad es uno de los más importantes factores protectores para los niños en medio de los divorcios destructivos. En esta familia, está dañada. Los hermanos casi no se tienen. Los padres, especialmente el padre, fomenta la escisión entre ellos. Si se juntan, tienen demasiado poder. Sin embargo, no fue el divorcio el que la fracturó, fue el conflicto conyugal intenso e histórico de sus padres. Los niños ya eran hijos de cada uno de sus padres, antes del divorcio. El divorcio, simplemente amplificó la dinámica que ya estaba instalada.

Si es por cambiar el título de esta película, bien pudiera llamarse algo así como “El hijo del Señor y el hijo de la Sra. Benbach”.....que no son los hermanos Benbach”.

El duelo

¿Por qué el duelo? Porque en la película no se habla del dolor. Porque todos sabemos que detrás de la rabia y la agresión hay dolor. Pero aquí, tal como ocurre en todos los divorcios destructivos, de este dolor no se habla. Aquí, el dolor es soledad, el dolor es silencio...el dolor no es dolor. El dolor lo encarnamos los espectadores.

Los espectadores vemos cómo al padre le duele la decadencia, el fracaso, el ocaso, la traición, la partida, la separación. A la madre le duele el dolor de los hijos. A los hijos le duele la separación, el abandono, el conflicto de los padres, la soledad. Todo este dolor se expresa en rabia, en agresión, en conductas de escape...nunca en dolor directo, en dolor puro……dolor químicamente puro como un día me dijo otra paciente.

Al calamar gigante no le debe dar pena engullir al cachalote. A los otros animales marinos no les debe dar pena perder a un compañero de la manada. Los cachorros de cachalote deben sobrevivir sin la madre o el padre sin problemas. Los cachorros humanos y los humanos en general  en cambio, sufrimos con la pérdida de las cosas que nos importan, especialmente si ellos son nuestros padres o cuidadores de quienes dependemos física y emocionalmente. La única manera de salir adelante con estas pérdidas es elaborándolas e integrándolas a nuestras vidas como una experiencia de la cual incluso podemos sacar algo positivo. Y crecer.

La separación es una de las pérdidas más difíciles de elaborar, pues  constituyen, como diría Pauline Boss, una pérdida ambigua. Una pérdida en la que el objeto perdido sigue presente. Hay que acostumbrarse a su presencia-ausencia. Para hacer este duelo ambiguo o elaborar la pérdida ambigua es necesario desplegar una gran cantidad de recursos psicológicos y tener una buena dosis de madurez emocional. Tras los divorcios destructivos casi siempre hay personas que tienen muy reducida la capacidad de hacer frente a este tipo de pérdidas. Joan evitó enfrentar la pérdida de su relación de pareja muchos años antes de que se produjese la separación. Bernard  se refugió en su relación con los hijos para hacer frente a esta pérdida, en el esfuerzo por “perder lo menos posible” o al menos “igual que Joan”, pero no más. Mientras los hijos estuvieran con él, el dolor sería menos.

Este es uno de los núcleos del trabajo terapéutico en familias que atraviesan por estas dificultades. Ayudarlos a elaborar las múltiples pérdidas asociadas a la separación. Porque, aún cuando el divorcio no sea destructivo y más allá de las ganancias  que tenga, siempre involucra importantes pérdidas para todos los miembros de la familia.

Conectarlos con el dolor para llorar  y luego asumir las pérdidas. Tal vez es eso lo que representa el psicólogo al que llevan a Walt: la posibilidad de la elaboración y de la conexión con los aspectos vinculares sanos y las experiencias positivas. “trae recuerdos positivos” le dice, y lo anima y lo ayuda a traerlos, porque naturalmente no le salen. Y surge el recuerdo en el museo...la ballena y el calamar...la madre cercana y cuidadosa. Esa madre que necesita rescatar y que perdió en medio del conflicto conyugal al aliarse con el padre.

Los hijos de los divorcios destructivos no pueden solos. El dolor es demasiado.

Me quedo con la esperanza, con las posibilidades que abre la terapia y con el dolor de recordar los propios momentos de enojo y dolor por los que mi familia ha atravesado. Desde ese dolor sentido, nuevamente aparece la esperanza de que hagamos las cosas cada día mejor.

Ps. Claudia Cáceres Pérez
claudiacaceresp@gmail.com
Instituto Chileno de Terapia Familiar

jueves, 18 de julio de 2019

Proyecto Piloto Subsecretaría de la Niñez

El IChTF está colaborando con la Subsecretaria de la Niñez en un importante proyecto piloto para la instalación de un modelo de intervención de Terapia Familiar en las oficinas locales de la niñez. Las Oficinas Locales surgen desde el gran Acuerdo Nacional por la Infancia y su propósito será mejorar la articulación territorial de protección a la niñez. Este proyecto piloto se está implementando en Viña del Mar y Limache , y como Institución hemos colaborado , desde ya fines del 2018 en el diseño del programa de Terapia Familiar, en la elaboración de un manual que facilita el trabajo a las terapeutas , y supervisión al equipo que está en la primera línea atendiendo familias.

En la foto, el equipo IChTF que participa de este bello proyecto. De izquierda a derecha: Ps. Carolina Daroch, Ps. Sylvia Campos, Dr. Sergio Bernales, Ps. Francisca Morales, Ps. Marcela Flores y Ps. Constanza Raurich.


miércoles, 10 de julio de 2019

Hombres en Terapia de Pareja


Todos somos únicos y en constante cambio, por lo que generalizar características de algún grupo puede llevar a conclusiones inadecuadas. Sin embargo, es posible encontrar algunas tendencias que se presentan con mayor frecuencia en la práctica clínica. Si pensamos respecto al modo en que muchos hombres experimentan la terapia de pareja, surgen algunas consideraciones importantes:

• “Tener que hablar”

Resolver los problemas a través de la conversación muchas veces se asocia a una habilidad más “femenina”, en la cual muchos hombres se sienten inicialmente en desventaja. Más allá de los estereotipos, varios llegan a terapia de pareja sintiendo que es un espacio en que están menos entrenados que sus parejas. A modo de broma (y a veces en modo serio), en muchos círculos masculinos cuando la pareja dice “tenemos que hablar” es considerado como un motivo de alerta frente a algo potencialmente difícil o muy grave.

• Largas conversaciones

También ligado al expresarse verbalmente, muchos hombres se aproximan a la terapia de pareja con la idea que la principal solución que se propondrá es que será necesario hablar largamente de cada tema que pueda provocar conflicto.
Frente a eso, suele aparecer la idea a priori, más o menos explícita, de tener que enfrentarse a unas extensas y a veces tediosas reuniones. A menudo, esto también provoca grados de reticencia hacia estas intervenciones. De hecho, más de alguien frente a conversaciones que les parecen extremadamente extensas, prefieren expresar que están de acuerdo con lo que plantea su contraparte (sin necesariamente estarlo!!) con el fin de acabar con la situación. Obviamente esto puede, a corto plazo, terminar con la conversación, pero a mediano y largo plazo ,generar desconfianzas, acumular resentimientos y no resolver los conflictos de fondo.

• Vulnerabilidades y emociones

Pero, en una terapia no se trata sólo el “tener que hablar ”, sino también conectarse y expresar emociones y vulnerabilidades. Esto suele aparecer también como una amenaza, ya que puede ser un área en que varios hombres se sienten menos expertos.
Directa o solapadamente persisten aún aprendizajes asociadas a ideas de “los hombres no lloran” o “un macho se muestra duro, no muestra debilidad”. Muchos han aprendido a intentar ocultar vulnerabilidades o expresarlas indirectamente, por ejemplo a través de emociones menos amenazantes como la rabia o el enojo. Referirse por ejemplo a vergüenzas o temores implica exponer temas que muchas veces cuesta incluso reconocerlos en privado.

• Roles de género en cuestionamiento

Si bien es un proceso que lleva muchos años, en el último tiempo se ha ido intensificando el cuestionamiento a los roles tradicionales de género. Esto suele llevar a algunos grados de desconcierto, inestabilidad e incertidumbre mientras se llega a nuevos paradigmas. Más de algún hombre ha manifestado en el espacio terapéutico cómo las nuevas demandas los dejan sin un marco preestablecido que oriente lo que se espera de ellos. Esto implica desafíos respecto a cómo se entiende la masculinidad y las nuevas construcciones en las relaciones de pareja.

Algunas ideas del abordaje de estos temas en terapia de pareja

El espacio de la terapia de pareja puede transformarse en una experiencia en que los temas anteriormente citados sean considerados y se busquen formas de ayudar a un clima colaborativo y útil para ambos miembros.

Puede ser una oportunidad de experimentar nuevas formas de comunicarse, en que se es escuchado en un espacio de cuidado. Todo esto suele ayudar a los hombres a sentirse más invitados a expresarse sin que se transforme en la amenaza del “tenemos que hablar”.

Y, aunque enfrentar verbalmente los temas suele ser un buen medio terapéutico, esto no significa que tenga que ser algo muy extenso o difícil de abordar. También, en un adecuado ambiente terapéutico, se debe favorecer el desarrollo adicional de modos de comunicación que no sean sólo verbales.

Al lograr un buen clima de interacción, abrir vulnerabilidades y emociones difíciles, puede transformarse en una experiencia reparadora, que permite el desarrollo de una mayor empatía y comprensión mutua. Para ello es fundamental crear un espacio no amenazante y respetuoso de las fragilidades de cada uno.

En este tipo de ambiente, se pueden generar también nuevos acuerdos respecto a los roles que cada uno vaya tomando y lo que se espera del otro. La idea es favorecer una construcción compartida y acordada sobre la base de valores compartidos y respetos mutuos.

Ps. Daniel Rodríguez Grau
danieljrg@gmail.com
Instituto Chileno de Terapia Familiar

viernes, 5 de julio de 2019

Seminario: La situación actual de los derechos de niñas y niños en Chile. ¿Cómo prevenimos desde la primera infancia?

Fuimos invitadas a participar en este Seminario organizado por la Fundación INTEGRA en el que nos pidieron referirnos al rol de la familia en la prevención de la vulneración de derechos. Esto debido a que desde el año 2002, en el Departamento Psicosocial del IChTF nos hemos especializado en el trabajo con familias y programas sociales que tienen en el centro de su atención a personas en situación de exclusión social y de vulnerabilidad, a partir de lo cual  hemos desarrollado programas de capacitación y de apoyo técnico a los equipos multidisciplinarios en lo que respecta a la intervención familiar. 

Nos hemos aproximado a este trabajo a través de un modelo contextual relacional, que nos ha permitido transmitir la importancia que tiene considerar los vínculos, los contextos y una mirada centrada en los recursos como ejes articuladores del trabajo.

Tiene que ver con sacarse los lentes de lo individual, y ponerse unos que nos muestren a los sujetos, a los sistemas y los múltiples contextos, incluidos nosotros  mismos como observadores ….

El tener en cuenta el contexto (incluidos nosotros) nos permitir acercarnos a una complejidad que es particular en cada caso, y que nos ayuda a entender tanto las dificultades y ver los recursos de los sistemas en general y en particular.
Desde esta perspectiva pensamos que los principales desafío y preguntas a tener en cuenta al hablar de prevención en contextos educacionales y vulnerables son al menos 4 aspectos.

1.-  Las habilidades parentales en contexto

La primera infancia  es un período sensible al fortalecimiento del apego como factor protector del riesgo psicosocial temprano y en las edades posteriores. Sin embargo, la tarea de ser padre/madre no se ejerce en un vacío, ni depende exclusivamente de las características de los progenitores. Somos en un contexto y en relación a un contexto histórico y cultural. 

No hay dos tipos de madres/padres, los buenos y los malos, sino múltiples  ecologías en las que las madres y los padres construyen su tarea con diversos grados de dificultad, en una diversidad de relaciones posibes. 

Lo que define la calidad de esas ecologías, es el equilibrio entre los factores de riesgo y de protección del entorno, entre las capacidades de los padres/madres y las necesidades evolutivas/educativas de los hijas/as; todo esto en un marco relacional que está cruzado por momentos vitales e históricos particulares. 

¿Cuándo hablamos de disfunción parental?  ¿en qué momento los sistemas parentales pierden habilidad?
Cuando los modos de adaptación de las organizaciones familiares no están respondiendo a las necesidades de cuidado, pertenencia y autonomía de cada uno de sus miembros. 
Cuando las familias, frente al estrés, incrementan la rigidez de sus pautas de transacción y de sus fronteras y evitan explorar alternativas o son renuentes a hacerlo. 
Cuando la presencia de estresores psicosociales dificulta la tarea de ser padres. La sobrecarga que supone la atención a dichos estresores, compite con la necesaria atención e implicación en la crianza de los hijos.


2.- Somos parte de la relación y participamos en el resultado

Ser parte de un dispositivo cuyo objetivo es la prevención, supone hacerse cargo y hacerse responsable de cómo influimos y participamos nosotros en esta labor. Saber que formamos parte de las interacciones y que participamos en los resultados obtenidos (tanto los exitosos como los fracasos). 

¿Cómo participamos en el circuito de la disfuncionalidad de la familia?
Cuando nos debatimos entre la confianza y la sospecha
Cuando no respetamos la delicada ecología familiar
Cuando no incluimos el efecto relacional (acá y allá; ellos, nosotros) de nuestra  intervención.

3.- “Control versus Confianza” en los Contextos de ayuda: un complejo desafío

Prevenir desde la lógica de la confianza, implica incluir la posibilidad del error y del riesgo  como parte del proceso. Es decir, pensar que el error no nos convierte en sospechosos …. Así como un grito de una madre a un hijo no la convierte en maltratadora. Esta lógica implica mirar la complejidad del contexto del otro y supone pensar que el otro hace eso que hace por que no vio más posibilidades. Ayudar en ese contexto implica pensar CON el otro en alternativas, más que hacer un juicio o un diagnóstico. 

Si escuchamos y respondemos desde la sospecha (qué me está ocultando? No sabe que hay que bañar a los niños?)….. el otro se aleja, se siente enjuiciado, no pide ayuda, se defiende, se esconde. Se cierran sus posibilidades.

Si escuchamos y respondemos desde la confianza ……. (a veces es difícil, veamos en qué te puedo ayudar?, Cuéntame, cómo es que antes lograbas bañarlo, está pasando algo?)


Puede ser que el otro reconozca que a veces se siente sobrepasado y no sabe cómo actuar y que podría servirle alguna compañía. Esto abre posibilidades y alternativas de acción. Si controlamos corremos el riesgo de cuestionar la organización familiar y dejar el lugar de lo parental desvalorizado

4.- Mirada apreciativa : modelo centrado en los recursos para una lógica colaborativa
Centrarse en los logros de las personas, los equipos y sus intervenciones, facilita que aparezcan los recursos en los cuales es posible apoyarse para construir las soluciones, identificar las salidas y contextualizar las dificultades. Tenemos el desafío de aprender a ver recursos …. Por que siempre hay. 
Como se hace?
Centrarse en los pequeños logros  (metas muy pequeñas devuelven la esperanza y las ganas)   
Relevar las interacciones positivas
Preguntas que apunten a la construcción  de posibilidades (que podrías hacer tu para que el resultado sea un poco mejor?)
Revisar con ellos otras alternativas que se sientan capaces de desarrollar  más que subrayar limitaciones
Osvaldo Ramos, Director ejecutivo INTEGRA, Matías Marchant, psicólogo, Luisa Montenegro, Defensoría de la niñez), Constanza Raurich IChTF, Paz Canales  IChTF y  Margarita Vilches  de INTEGRA. 



jueves, 4 de julio de 2019

Trilogía en torno a la maternidad en los tiempos de hoy

No es novedad que los cambios culturales en los últimos años han sido acelerados y con ello, también  los cambios en el rol de la mujer y la maternidad.  La Psicóloga Romina Manili nos habla sobre los nuevos desafíos de la maternidad en esta trilogía de nuestros vídeos de "Notas de Familias y Terapias".


Parte 1
Si Ud. quiere ver este video en alta definición, puede hacerlo en el link: https://www.youtube.com/watch?v=thVJUUvHlMc

Parte 2


Si Ud. quiere ver este video en alta definición, puede hacerlo en el link: https://www.youtube.com/watch?v=3nsbVr-m_7E

Parte 3


Si Ud. quiere ver este video en alta definición, puede hacerlo en el link: https://www.youtube.com/watch?v=MpS61anNkys




Esperamos que les guste !!