viernes, 5 de julio de 2019

Seminario: La situación actual de los derechos de niñas y niños en Chile. ¿Cómo prevenimos desde la primera infancia?

Fuimos invitadas a participar en este Seminario organizado por la Fundación INTEGRA en el que nos pidieron referirnos al rol de la familia en la prevención de la vulneración de derechos. Esto debido a que desde el año 2002, en el Departamento Psicosocial del IChTF nos hemos especializado en el trabajo con familias y programas sociales que tienen en el centro de su atención a personas en situación de exclusión social y de vulnerabilidad, a partir de lo cual  hemos desarrollado programas de capacitación y de apoyo técnico a los equipos multidisciplinarios en lo que respecta a la intervención familiar. 

Nos hemos aproximado a este trabajo a través de un modelo contextual relacional, que nos ha permitido transmitir la importancia que tiene considerar los vínculos, los contextos y una mirada centrada en los recursos como ejes articuladores del trabajo.

Tiene que ver con sacarse los lentes de lo individual, y ponerse unos que nos muestren a los sujetos, a los sistemas y los múltiples contextos, incluidos nosotros  mismos como observadores ….

El tener en cuenta el contexto (incluidos nosotros) nos permitir acercarnos a una complejidad que es particular en cada caso, y que nos ayuda a entender tanto las dificultades y ver los recursos de los sistemas en general y en particular.
Desde esta perspectiva pensamos que los principales desafío y preguntas a tener en cuenta al hablar de prevención en contextos educacionales y vulnerables son al menos 4 aspectos.

1.-  Las habilidades parentales en contexto

La primera infancia  es un período sensible al fortalecimiento del apego como factor protector del riesgo psicosocial temprano y en las edades posteriores. Sin embargo, la tarea de ser padre/madre no se ejerce en un vacío, ni depende exclusivamente de las características de los progenitores. Somos en un contexto y en relación a un contexto histórico y cultural. 

No hay dos tipos de madres/padres, los buenos y los malos, sino múltiples  ecologías en las que las madres y los padres construyen su tarea con diversos grados de dificultad, en una diversidad de relaciones posibes. 

Lo que define la calidad de esas ecologías, es el equilibrio entre los factores de riesgo y de protección del entorno, entre las capacidades de los padres/madres y las necesidades evolutivas/educativas de los hijas/as; todo esto en un marco relacional que está cruzado por momentos vitales e históricos particulares. 

¿Cuándo hablamos de disfunción parental?  ¿en qué momento los sistemas parentales pierden habilidad?
Cuando los modos de adaptación de las organizaciones familiares no están respondiendo a las necesidades de cuidado, pertenencia y autonomía de cada uno de sus miembros. 
Cuando las familias, frente al estrés, incrementan la rigidez de sus pautas de transacción y de sus fronteras y evitan explorar alternativas o son renuentes a hacerlo. 
Cuando la presencia de estresores psicosociales dificulta la tarea de ser padres. La sobrecarga que supone la atención a dichos estresores, compite con la necesaria atención e implicación en la crianza de los hijos.


2.- Somos parte de la relación y participamos en el resultado

Ser parte de un dispositivo cuyo objetivo es la prevención, supone hacerse cargo y hacerse responsable de cómo influimos y participamos nosotros en esta labor. Saber que formamos parte de las interacciones y que participamos en los resultados obtenidos (tanto los exitosos como los fracasos). 

¿Cómo participamos en el circuito de la disfuncionalidad de la familia?
Cuando nos debatimos entre la confianza y la sospecha
Cuando no respetamos la delicada ecología familiar
Cuando no incluimos el efecto relacional (acá y allá; ellos, nosotros) de nuestra  intervención.

3.- “Control versus Confianza” en los Contextos de ayuda: un complejo desafío

Prevenir desde la lógica de la confianza, implica incluir la posibilidad del error y del riesgo  como parte del proceso. Es decir, pensar que el error no nos convierte en sospechosos …. Así como un grito de una madre a un hijo no la convierte en maltratadora. Esta lógica implica mirar la complejidad del contexto del otro y supone pensar que el otro hace eso que hace por que no vio más posibilidades. Ayudar en ese contexto implica pensar CON el otro en alternativas, más que hacer un juicio o un diagnóstico. 

Si escuchamos y respondemos desde la sospecha (qué me está ocultando? No sabe que hay que bañar a los niños?)….. el otro se aleja, se siente enjuiciado, no pide ayuda, se defiende, se esconde. Se cierran sus posibilidades.

Si escuchamos y respondemos desde la confianza ……. (a veces es difícil, veamos en qué te puedo ayudar?, Cuéntame, cómo es que antes lograbas bañarlo, está pasando algo?)


Puede ser que el otro reconozca que a veces se siente sobrepasado y no sabe cómo actuar y que podría servirle alguna compañía. Esto abre posibilidades y alternativas de acción. Si controlamos corremos el riesgo de cuestionar la organización familiar y dejar el lugar de lo parental desvalorizado

4.- Mirada apreciativa : modelo centrado en los recursos para una lógica colaborativa
Centrarse en los logros de las personas, los equipos y sus intervenciones, facilita que aparezcan los recursos en los cuales es posible apoyarse para construir las soluciones, identificar las salidas y contextualizar las dificultades. Tenemos el desafío de aprender a ver recursos …. Por que siempre hay. 
Como se hace?
Centrarse en los pequeños logros  (metas muy pequeñas devuelven la esperanza y las ganas)   
Relevar las interacciones positivas
Preguntas que apunten a la construcción  de posibilidades (que podrías hacer tu para que el resultado sea un poco mejor?)
Revisar con ellos otras alternativas que se sientan capaces de desarrollar  más que subrayar limitaciones
Osvaldo Ramos, Director ejecutivo INTEGRA, Matías Marchant, psicólogo, Luisa Montenegro, Defensoría de la niñez), Constanza Raurich IChTF, Paz Canales  IChTF y  Margarita Vilches  de INTEGRA. 



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