lunes, 2 de diciembre de 2013

Ceremonia Titulación Terapeutas Familiares y de Pareja 2013

Terapeutas Familiares y de Pareja IChTF 2013
32 nuevos psicólogos y psiquiatras recibieron su título de Terapeutas Familiares y de Parejas del IChTF. La ceremonia de titulación 2013 permitió celebrar el enorme esfuerzo que este grupo de profesionales realizó tanto en Santiago como en las diferentes regiones en las que hemos formado terapeutas. Los felicitamos de corazón por llegar hasta este momento tan esperado. Sabemos que serán grandes embajadores del Instituto Chileno de Terapia Familiar.

Se titularon el 22 de Noviembre:

Antofagasta:

Carolina Alday M.; Ingrid Alfaro M.; Susana Díaz A.; Mariela Flores B.; Karla Gaete T.; Mónica Guzmán G.; Norma Molina M.; Patricio Ramírez N.;
Talca:
Gicela Cáceres A.; Cecilia Cisternas I.; Carolina Mora R.; María Ignacia Sepúlveda R.;
Valparaíso:
Loreto Lillo A. 
La Serena
Hugo Rojas J.; Claudia Valladares V.
Santiago:
Paulina Álvarez Z.; Cristián Anuch J.; Álvaro Campos M.; Alejandra Cobos, S.; Constanza Contreras N.; Cristián Dacaret Z.; María José García R.; Ester Hasson C.; Isabel Jarpa M.; Valerie Jeanneret M.; Alejandra Kuthe F.; María de la Luz Mesa M.; Paulina Peña F.; Alejandra Pérez S.; M. Alejandra Rivera S.; Cecilia Sostín R.; M. Gabriela S.

Compartimos con Ustedes el discurso con que la Presidenta del IChTF recibió a los terapeutas titulados y sus familias.

Estamos llegando al fin de un ciclo y con él, al comienzo de otro, para cada uno de quienes se titulan hoy  como terapeutas familiares y de pareja del Instituto Chileno de Terapia Familiar. También es un final para sus familias, que inevitablemente ven interferidas durante algo más de dos años sus rutinas y sus vidas. También es el fin de un nuevo ciclo para nosotros.

Están reunidos acá terapeutas que se formaron en distintos momentos, algunos hace muchos años ya,  que con perseverancia han logrado que el esfuerzo se materialice en el título que hoy recibirán. Otros, recién hasta hace pocos  meses   eran alumnos regulares de nuestro programa. También hay terapeutas que se formaron y viven  en diferentes ciudades de nuestro país –Valparaíso, Talca, La Serena  y Antofagasta- Psicólogos y psiquiatras, que  se desempeñan laboralmente en diferentes ámbitos, pero todos con la experiencia común de haber vivido un proceso de formación como terapeutas de familias y parejas en nuestro instituto.
Todos ustedes, algunos desde hace algún tiempo y otros, a partir de hoy, recorrerán  diferentes caminos y llevarán lo que han aprendido y vivido con nosotros a los lugares por lo que pasen, a los lugares a los que lleguen, y por supuesto, a los lugares en que se queden.
Esos lugares que habitarán con lo adquirido acá, no son sólo sus lugares de trabajo y, aquello que se llevan, no son sólo herramientas profesionales. Al menos, eso es lo que esperamos. Hemos pensado y nos involucramos en el programa de formación pensando en que persona y terapeuta son una unidad indisoluble y confiamos en que se llevan una particular manera de entender y participar de las relaciones humanas, más allá de la relación terapeuta- paciente y más allá de la práctica clínica.
Confiamos en que les hemos logrado transmitir una ética de las relaciones que los invita a ver el modo en que participan en ellas y no sólo lo que los otros hacen en ellas. Una ética que los - y nos -hace responsables de lo que aportamos a las relaciones tanto en sus dificultades y sufrimiento como en el crecimiento y en los aspectos amorosos de ellas. Una ética que surge de mirarnos como participantes y no sólo como observadores de realidades que ocurren independientemente de nosotros.
Desde esta perspectiva, aquello que se llevan, lo construimos juntos. Aquello que se llevan, fue posible porque estábamos nosotros y estaban ustedes en un tiempo y en un lugar que nos acogió. La formación que tuvieron fue el resultado de la danza que danzamos juntos. Danza que como la vida, tuvo momentos de encuentro, felicidad, satisfacción, armonía y gratitud y otros de desencuentro, de frustraciones, de penas y de más de algún tropezón por ahí. Alguien podría decir “a pesar de eso, construimos”. A nosotros nos gusta pensar: Con todo eso construimos”. “A partir de eso construimos”.
Con lo construido, todos aprendimos. Crecieron ustedes y crecimos nosotros. Ustedes aprendieron modos de mirar, modos de hacer, modos de estar en las relaciones. Nosotros también, pero además, aprendimos cómo construir aprendizajes para los tiempos actuales y una vez más nos sentimos  interpelados a repensarnos y a ir ajustando nuestra formación y nuestra acción como docentes y supervisores a las necesidades formativas de los terapeutas de hoy. Ustedes, no son los terapeutas de antes. Como dijo Neruda….”nosotros los de entonces, ya no somos los mismos”
Sin duda, también aprendimos para nuestras propias prácticas como terapeutas y como supervisores. Aprendimos de las familias y parejas que supervisamos y también de los terapeutas que las atendieron. Aprendimos de sus aciertos y desaciertos. Incorporamos ideas nuevas y prácticas que sin duda enriquecieron el bagaje con que llegamos cada año a encontrarnos con los nuevos grupos.
Es impresionante como cada año es un nuevo desafío. Desde hace  tres décadas  formamos terapeutas familiares y de pareja. Durante todo este año hemos celebrado los 30 años desde la fundación de esta institución. Por eso esta ceremonia es especial,  es la ceremonia de titulación de los 30 años y eso los hace a ustedes también titulados especiales.
Durante estos 30 años muchas cosas han cambiado en el Instituto, pero  la esencia, sigue siendo la misma. Cada año se incorporan 20 terapeutas en formación en Santiago y más o menos la misma cantidad en regiones. El equipo de docentes y supervisores tiene una gran estabilidad y quienes se incorporan a él comparten el sello de los que ya estamos. Cada año los programas tienen variaciones, pero la esencia es la misma.  Entonces, es lo mismo, pero nunca es lo mismo. Como Marguerite Yourcenar  dice en  Una vuelta por mi cárcel, "No vemos dos veces el mismo cerezo ni la misma luna sobre la que se recorta un pino. Todo momento es el último porque es único”.
Así es, cada grupo que pasa por este instituto es único, cada uno de ustedes es único y con ustedes hemos establecido una relación que no se repetirá. No al menos de la manera que fue con ustedes. Yo, y creo que cada uno de los docentes y supervisores involucrados en su formación, atesoramos momentos y recuerdos que son parte constitutiva de lo que vamos siendo como supervisoras y supervisores. Mi ser supervisora se ha ido constituyendo en la relación con cada uno de mis supervisados. Así creo, ha sido para todos nosotros.
Esto  está al centro de nuestro modelo formativo, y se expresa en distintos planos: por una parte, en el modelo de supervisión centrado en la persona del terapeuta, y, a la vez, en la idea que el profesor y el supervisor también están incluidos como personas en el trabajo formativo.”

Pensamos que el encuentro docente-alumno, supervisor-alumno es antes que nada un encuentro humano, luego, un encuentro profesional. Lo mismo pensamos de la relación terapeuta-consultante. Antes que nada, un  encuentro humano, un encuentro de personas que entran en una conexión que es emocional y racional. Que se conectan como cada uno de ustedes se conectó en los grupos de los cuales formaron parte y con los supervisores que guiaron su formación.

Nos gusta la idea de partes interconectadas formando un todo que a su vez, es más que la suma de las partes. Idea tan antigua como fresca cuando la llevamos a la realidad de las relaciones y de la comprensión del mundo y de sus acontecimientos como eventos todos interconectados. Queremos que sigan sus caminos con conciencia de esta conexión infinita, con la idea de  que somos parte del mundo en que vivimos y que lo que logren hacer en sus espacios de trabajo va a influir mucho más allá del espacio de sus consultas u oficinas.
En esta especie de “envío”…los despedimos para que salgan a contribuir a  través de sus trabajos y a poner sus esfuerzos en la construcción de relaciones más fraternas, más solidarias, más responsables con los otros. A hacer esto con cada persona, con cada pareja, con cada familia, con cada grupo con los que tengan la oportunidad de encontrarse. Porque de este modo, nuestro trabajo y nuestro esfuerzo también tiene sentido.
Estamos en ustedes y ustedes en nosotros
Muchas gracias por la confianza en que podríamos aportarles a ser mejores profesionales y mejores personas.
Me despido con la frase del increíble pintor uruguayo Carlos Páez Vilaró, cuya vida y obra son tan hermosas como emocionantes y con quien tuve un encuentro de esos que nos conectan con el sentido profundo de estar en este mundo: “ La vida es una excusa para encontrar la manera de vivirla.”
Ojalá cada uno de ustedes encuentre cada día una mejor manera de vivir  sus vidas. Ojalá en su paso por el Instituto Chileno de Terapia Familiar hayan encontrado ideas, personas, valores, reflexiones y otros  que los ayuden en ese camino.

Gracias por ser parte de esta historia y mucho éxito en sus vidas.

Ps. Claudia Cáceres Pérez
Presidenta
Instituto Chileno de Terapia Familiar

jueves, 21 de noviembre de 2013

Cuando el camino a la fertilidad es a alta velocidad


La tecnología actual ha impactado nuestras vidas, permitiendo llegar a lugares nunca antes pensados, y lo que es más sorprendente, con una velocidad asombrosa. En este marco, las autopistas urbanas han marcado una diferencia notable, ya que permiten atravesar una ciudad compleja en pocos minutos, sin necesidad de ir deteniéndose en semáforos, cruces y en definitiva, sin necesidad de mirar la ciudad. 

Así sucede con las parejas que se involucran en tratamientos para la infertilidad: abordan un tratamiento que los conduce rápidamente por un camino, sin detenerse a mirar y a veces sin conocer el entorno por el cual circulan. En este proceso se agradece a la ciencia que ha permitido avanzar tanto y tan rápido, pero al igual que en las autopistas, a veces se necesita información clara y oportuna, que les permita a las parejas conocer cuáles son los posibles caminos a seguir y decidir cuánto trayecto de este camino realmente desean recorrer. 

Porque en el caso de los automóviles, cuando se enfilan por una autopista de alta velocidad, se hace difícil reconocer a tiempo los desvíos necesarios para salir. A esto se le suma que miles de automóviles ejercen presión sobre el que quiere circular a un ritmo más lento. Es que la presión social por la búsqueda del anhelado hijo biológico no permite hacer detenciones en el camino.

Siguiendo con la analogía planteada en un principio, se trataría de un automóvil que es conducido por un miembro de la pareja, mientras el otro generalmente es el copiloto. A veces se alternan, a veces es siempre el mismo[1].

El piloto es quien asume la conducción del tratamiento y quien se responsabiliza por seguir las instrucciones del camino y llegar a destino. El copiloto por su parte, puede adoptar distintas actitudes: ir atento a las señales colaborando con el piloto; descansar al lado del conductor relajadamente; o dar instrucciones irritantes, entre otras, pudiendo intercambiarse la pareja sus roles.

En nuestra experiencia, nos hemos encontrado con parejas que han hecho una serie de fertilizaciones asistidas y que pueden llevar incluso hasta 18 fertilizaciones in vitro; otras que han tenido numerosos abortos espontáneos; otras que a veces llevan más de 10 años en tratamiento, y sin embargo, muchas de ellas aún continúan, a pesar del desgaste físico, emocional y económico que esto les pueda significar. 

Cada camino es único para cada pareja. Nuestro trabajo es ayudarlos a visualizar en qué camino están, como es y ha sido y cuáles son los desafíos que implica. En nuestro rol de terapeutas vemos la necesidad de acompañarlos en su recorrido y para ello es necesario detenerse. En palabras de una pareja atendida en nuestra unidad: “nos subieron a un carro y no tuvimos oportunidad para conversar y reflexionar”. Aquí aparece la “berma” como alternativa en el trayecto, que sería el equivalente al espacio terapéutico. ¿Cómo entra entonces un terapeuta a apoyar en estos casos? ¿Qué rol debería tener?

Como Unidad de Familia, Fertilidad y Adopción, pensamos que nuestro rol principal es ayudar a las parejas a reflexionar sobre lo que están viviendo, cada uno y en conjunto; empoderarse sobre sí mismos y sobre lo que quieren hacer. El desafío es aliarse con la esperanza y el deseo de un hijo biológico sin dejar de lado su experiencia, y sus proyectos a futuro. Es así como el terapeuta adopta una postura de validar la experiencia de la pareja y también mostrar las dificultades que han tenido en este proceso. 

En este sentido, la terapia se convierte en un espacio de contención, de apoyo, de comunicación, de abordar las experiencias fallidas de fertilidad, y de qué le ocurre a cada uno de ellos en este proceso. Es importante reconocer y abordar la atribución de significados y creencias que tienen cada uno respecto a los tratamientos y a la paternidad, a objeto de favorecer en ellos mayor intimidad emocional y una comprensión común y favorable del proceso vivido para que puedan ir tomando decisiones en conjunto, decisiones en las que el sentir de cada uno pueda ser tomado en cuenta.

Podemos visualizar como logro terapéutico cuando la pareja integra la infertilidad como parte de la vida y no como un todo, la infertilidad no los define como personas ni como pareja, sino que se transforma en una experiencia más de la vida en conjunto. Para ello se hace necesario que la pareja logre empoderarse en relación a si desea o no continuar con los tratamientos médicos, y si finalmente la paternidad es una forma de vida para ellos.

Nuestro rol también es introducir elementos de psicoeducación que favorezcan el que la pareja pueda tomar decisiones informadas, y normalicen conductas que puedan ser evaluadas como extrañas, entre las que se encuentran no querer visitar amigas embarazadas o sentir celos por el nacimiento de hijos de amigos.

Desde la berma se pueden visualizar las alternativas posibles: seguir o no por la autopista; mirar y entender el mapa, ver donde están las salidas y acordar cuál tomar. 

Afortunadamente las autopistas siempre tienen una berma al costado del camino o zonas seguras donde poder detenerse y hacer una llamada….




Unidad de Familia, Fertilidad y Adopción

Ps. María Inés Castro

Ps. Soledad Cifuentes

Ps. Valentina Iacobelli

Ps. Alejandra Martinez

Ps. Yvette Yunis

Ps. Astrid Villouta



[1] La sociedad y la ciencia, en forma emergente, se han abierto a la posibilidad de un camino a la fertilidad que puede ser abordado por una sola persona. En esta oportunidad nos referiremos a los tratamientos que realizan parejas heterosexuales.

lunes, 4 de noviembre de 2013

Seminario Internacional Lo de siempre y lo emergente: Pensar lo sistémico 30 años después

Algunos días después, aún resuenan ecos de la experiencia vivida en el seminario y en los talleres.  Desde muy diferentes lugares hemos recibido impresiones de lo que fue, incluso de personas que no estuvieron ahí. Es impresionante cómo las ondas que produjo han llegado tan lejos….y tan cerca.


H. Anderson y Ps. M. Becerra (UAH)
Siempre pensamos que iba a ser una actividad diferente. La organizamos pensando en que hubiera  presentación de posturas, que hubiera reflexión, que hubiera diálogo. Sabíamos que  podríamos sorprendernos, sabíamos que nuestros invitados internacionales  se paraban desde lugares extraordinariamente diferentes en su mirada y comprensión de la  terapia. Tal como  se dijo  en el discurso  de inicio....  “En medio de la vida agitada en que vivimos, todos los que aquí estamos, nos hemos dado un espacio para detenernos hoy, mañana y algunos también, pasado mañana…. Para pensar, para descubrir, para renovar ideas, para experimentar emociones, para confundirnos, para sorprendernos.   Nos hemos dado un tiempo para salir de los automatismos en los que nos sumergimos y para abrirnos a la novedad y a la perturbación.

Brad & Hillary Keeney
Y, así fue. Por distintas razones y de diferentes modos, quienes estuvimos ahí, quedamos perturbados, interpelados, emocionados, revolucionados. Queríamos que surgieran espacios de reflexión a partir de las diferencias. Y, así fue.  Queríamos que la experiencia no fuera posible encontrar en los libros. Y, así fue. Queríamos mostrar la excelencia de los desarrollos que hacemos en nuestro Instituto a través de nuestros docentes. Y, así fue. Queríamos que fuese una actividad que honrara los 30 años del Instituto Chileno de Terapia Familiar en su espíritu, abierto, diverso, involucrado, comprometido. Y, así fue.

Dr. S. Bernales (IChTF)
Quienes ahí estuvimos, tuvimos el privilegio de, más allá de modelos y teorías, ver transitar ante nuestros ojos y sentir la experiencia de la evolución de la terapia sistémica en voz y actos de algunos de sus protagonistas más destacados.

Ya dimos las gracias a todos quienes hicieron que esta celebración fuera posible. Con el fondo de “Gracias a la vida” cantado por Sergio Barroilhet, agradecimos a los  asistentes, a los invitados nacionales e internacionales, a los panelistas, a quienes organizaron, a los amigos y amigas de siempre y a aquellos y aquellas que a partir de ese día se incorporan también a nuestra familia.

Dr. E. Carrasco (IChTF)
Nos vemos  en 2018, cuando celebremos los 35 años del Instituto Chileno de Terapia Familiar.

Discurso inaugural completo 



Departamento de Extensión

jueves, 12 de septiembre de 2013

Los 40 años del golpe en el IChTF

Hace 10 años conmemoramos los 30 transcurridos desde el golpe con una significativa ceremonia en la que además de hacer profundas reflexiones acerca del impacto  de la violencia política en la vida de las familias chilenas, homenajeamos a cada uno de los miembros del IChTF  que habían trabajado activamente por los derechos humanos en nuestro país.

Este martes 10, nos volvimos a reunir, 10 años después para conmemorar los 40 transcurridos desde el golpe. Esta vez, en una ceremonia íntima en la que vimos juntos el documental “El edificio de los  chilenos”. La historia de los niños que fueron parte del “Proyecto hogares” contado por una de sus protagonistas. Juntos, compartimos emociones, reflexiones, esperanzas, temores y la convicción profunda de que saber, reconocer y recordar nos alimenta para seguir trabajando en la construcción de relaciones justas y en un mundo más humano.
Al finalizar el documental, Pamela Cáceres y Juanita Montes compartieron sus ideas del documental a partir de sus propias historias, sus miradas y resonancias, acompañadas por Margarita Díaz y su experiencia de tantos años en el trabajo en derechos humanos .
Los invitamos a leer estos textos y así ser parte de esta conmemoración.

 Herederos invisibles de la violencia 

El Edificio de los Chilenos


jueves, 5 de septiembre de 2013

INICIA: UNA MIRADA ESPECIAL A LA ATENCIÓN DE FAMILIAS CON NIÑOS PEQUEÑOS Y BEBÉS

Quisiéramos compartir, en este espacio, algunas de las muchas reflexiones que nos llevaron hace cuatro años a elaborar un programa de intervención diseñado para familias con hijos pequeños y bebés, así como otras que nos han surgido durante su implementación y desarrollo.

A  partir de las resonancias con muchas de las historias de nuestros consultantes, así como de nuestras propias vivencias de ser madres y de hacer familia, nos surgieron reflexiones teórico-emocionales respecto a los desafíos y dificultades en la crianza.

Dimensionamos la  enorme cantidad de cambios que implica a cada persona el tránsito de ser un individuo que se responsabiliza sólo por sí mismo, a tener que incorporar a un nuevo ser, frágil y dependiente al extremo, pero que impone un profundo cambio en la propia vida. Obviamente este cambio se da de manera distinta según la realidad y el contexto de hombres y mujeres. Así es distinto ser madre soltera o estar en pareja, quedar esperando un hijo sin esperarlo o tenerlo cuando se planificaba, convertirse en padres gracias a técnicas de reproducción asistida o a la adopción, tener un bebé enfermo o uno sano, ser padres de un hijo único o tener varios hijos.

En todas estas situaciones, observamos los conflictos y ambivalencias que genera el tránsito a ser adultos a cargo de un pequeño ser.  Por eso esta etapa es considerada una crisis normativa del desarrollo, que no por ser normativa deja de ser crisis. Como toda crisis normativa, este periodo tiene algunas características especiales. Lo singular es que es una crisis que está asociada a la alegría, al milagro, al regalo, y a la esperanza, pero al mismo tiempo está ligado a temores, pérdidas, dificultades y sentimientos de incompetencia. Plantear abiertamente estas emociones ambivalentes, incluso en el seno de la familia, no es algo que reciba fácil comprensión y acogida.

Además, hay que considerar que, desde una mirada transgeneracional convertirse en padres implica la actualización de conflictos, no siempre bien resueltos, con los propios padres.

Por último, tener uno o más hijos pequeños conlleva acostumbrarse a un cambio radical de vida, especialmente cuando llega el primer niño/a. Hay que aprender a mudar, alimentar, ha historias transgenr nuestro quemaetapa del desarrollo temprano.
i comoracional
 isicion bituarse a dormir poco, intentar combinar los espacios de padres y de pareja. Todo ello acompañado de la responsabilidad de “hacerlo bien”. Así escuchamos frases como las siguientes:

Madres:
“No sé qué le pasa…me dicen que puede tener cólicos…no soporto el llanto.”
“….Me voy,… la dejo llorar y me siento en la escalera a llorar yo también.”
“Necesito mirar si respira….. no he dormido en toda la noche”
“Cómo estará mi leche?..... Habrá subido de peso?....El pediatra me felicitó por mi leche en el último control, cómo me irá en este, lo estaré haciendo bien?….”
“De dónde saco un zapallo bien amarillo para la sopa….?”
“Cuánto Sulpilán tomó?…..Me tomo seis al día y no me sale más leche…..”
“ de nuevo se enfermó…qué me van a decir en el trabajo si falto?”
“La protejo porque yo fui excluida…para que no sufra lo que yo sufrí.”
“Todo el mundo opina, creen saber todo y yo no sé qué decidir…”

Padres:
“Tendré que pedir aumento o cambiarme de pega… con una familia más grande no creo que me alcance?”
“¿Sabes cuánto cuesta el kilo de guagua?”
“Ella llora todos los días, ¿que le pasa?...tenemos todo, debería estar feliz.”
“Cuando les grita a los niños prefiero hacerme a un lado, sino me meto se enoja más…pero si no me meto me dice que no hago mi parte.”
“Ya no me pesca, sólo le interesa ser buena madre..”

Los hermanos:
“¿mis papás dejaran de quererme cuando llegue el bebé?”,
“yo no lo quiero en mi pieza”
“¿por qué no lo devuelven a la clínica?”
“La Jose se come todas las galletas y la mamá no la reta”

Estas frases que expresan algún grado de dificultad, tienen su correlato en la construcción del vínculo con el niño desde recién nacido. Puede que sólo representen una queja puntual y un momento difícil pero acotado en la relación, pero también puede ocurrir que  a partir de ello se inicie una trayectoria de descoordinaciones en la relación entre los miembros de la familia. Estas descoordinaciones pueden dar origen a la construcción de  relaciones familiares difíciles y disfuncionales que afecten a cada uno de los miembros y que puedan aportar al desarrollo de síntomas psicopatológicos.

Directamente asociado al párrafo anterior, otro motivo que nos impulsó a generar este programa – tal vez el principal- fue percibir la necesidad de realizar un trabajo preventivo con las familias con niños pequeños.

Es así que cuando nos llega a la consulta un adolescente con síntomas complejos y muchas veces graves, con conductas que atentan contra su posibilidad de crecimiento y su entorno, visualizamos empíricamente en el curso de las sesiones que esos síntomas y los entrampes familiares en los que participa, tienen ingredientes muy tempranos en cuanto a pautas de interacción y a la calidad del vínculo entre padres e hijos. Desde esta constatación y desde lo removidas que en muchas ocasiones nos quedamos frente al sufrimiento de niños y de padres, es que nos surge la pregunta ¿qué habría pasado si hubiesen consultado antes…desde el inicio…?  Tenemos la certeza que la situación habría sido mucho mejor. Desde esa certeza surge el desafío de  promover consultas más tempranas para abordar incipientes problemas que proyectados en el tiempo podrían tener costos mucho mayores.

Por otra parte, durante la última década hemos podido observar el surgimiento de toda una corriente de profesionales dedicados y estudiosos de esta etapa, que basados muchos de ellos en las teorías del apego proponían terapias centradas en la diada madre – bebé y/o se enfocaban en el trabajo de habilidades parentales para uno o ambos padres.

Sin embargo, quisimos encontrar también respuestas desde la terapia familiar sistémica. En Chile no encontramos trabajos desde esta perspectiva que propongan un enfoque especial en esta etapa, y menos aún una forma de trabajo con familias que incluya la participación activa de niños pequeños  y bebés. Probablemente los niños pequeños no han sido incorporados, dada su evidente falta de desarrollo y maduración de algunas competencias centrales para las terapias tradicionales, en especial las verbales y reflexivas.

Pensamos que la terapia familiar sistémica tiene mucho que aportar en relación con esta etapa, y asumimos que el ICHTF, como una institución especializada en familias y relaciones debía tener una voz en esta temática. Esta fue otra de las razones que nos llevó a desarrollar el programa que aquí presentamos: INICIA.

Quisiéramos mencionar algunos elementos teóricos que nos han sido útiles en el desarrollo de nuestro programa, especialmente en la metodología de trabajo y la actitud terapéutica que proponemos.

Un autor fundamental en este recorrido ha sido Daniel Stern, recién fallecido en noviembre 2012. En su libro “La constelación maternal” retrata magistralmente esta etapa desde el punto de vista de la estructura psíquica de la madre, la relevancia de las interacciones con su entorno, y de la interacción con el niño en el proceso de la formación de su identidad.

Stern plantea, que en el periodo prenatal y posnatal hasta aproximadamente 4 años de la vida del niño, ocurren una serie de cambios en la estructura psíquica de la mujer. Refiere que los cambios son tan impactantes que incluso podrían ser vistos como estados psicopatológicos. En este sentido, es enfático en plantear que una intervención terapéutica en el periodo de la constelación maternal tiene características especiales y que desafía al terapeuta a conectarse con ella y tener presente temáticas centrales para ir elaborando y resolviendo.

Frente a esto y concordantemente con nuestra visión sistémica, pensamos que también el padre y otros miembros de la familia que viven el proceso de llegada del nuevo integrante, son incorporados a este estado especial, a esta extraña constelación en que flotan temáticas antiguas y ancestrales que afectan el presente.

Recurrimos como base para comprender a las familias que nos consultan al modelo de trabajo de la UNA - IChTF (Unidad de Terapia Familiar con Niños y Adolescentes del IChTF) en el que se incluye la mirada de terapeutas familiares sistémicos como Maurizio Andolfi, Ellen Wachtel y Allan Cooklin, Catherine Ford Sori, Jennifer Freeman y David Epston entre otros, que rescatan la importancia de recoger la voz de los niños y de darles participación en la terapia.

También consideramos las teorías que destacan la importancia de la  transmisión transgeneracional del apego, en autores como Peter Fonagy, Alicia Fraiberg y Selma Lieberman,  de la teoría del apego representada, entre otros, por Jonh Bowlby, Mary Aisworth y Patricia Crittenden y de los avances en los estudios de las neurociencias y etología destacando los aportes de Allan Schore y Boris Cyrulnik. A su vez incluimos la perspectiva intersubjetiva en el desarrollo en autores  Daniel Stern, Peter Fonagy y Edward Tronick, Colwyn Trevarthen.

A futuro, deseamos ampliar nuestra mirada con elementos conceptuales que provienen de otras disciplinas que trabajan con niños con dificultades psicobiológicas en su desarrollo, como terapeutas ocupacionales, fonoaudiólogas y psicomotricistas, ya que son temáticas que muchas veces están presente en esta  etapa  temprana.

Todo este desarrollo teórico, lo hemos plasmado en un modelo de trabajo concreto en que realizamos sesiones con ambos padres en caso de ser posible, y con los padres e hijos/as de distintas edades.

En las sesiones familiares, le damos gran importancia a la observación de la relación entre los miembros, enfocándonos principalmente en actividades lúdicas y entretenida. Estas  sesiones promueven a través de actividades y juegos muy sencillos y acordes a los intereses de los niños, un rico despliegue de relaciones que observar y también un espacio familiar grato para todos.

En nuestra mirada de las relaciones familiares hemos incorporado el trabajo realizado por  Elizabeth Fivaz-Depeursinge y Antoinette Corboz-Warnery respecto al análisis de las alianzas familiares.

Estas autoras proponen que la interacción Triádica y no la Diadica, es la unidad primaria de un sistema familiar. Y que como todo sistema, la tríada madre-padre-bebé es un sistema co-evolutivo no reducible a la suma de sus partes. Afirman que esta matriz intersubjetiva básica es la que sostiene el desarrollo de un niño. 

Las autoras proponen una metodología para estudiar la interacción madre-padre-bebé, el  LTP “El Lausanne Triadic Play”. Este método operativamente basado en filmaciones de momentos de juego familiar, permite de manera muy fina, observar las alianzas familiares, las que pueden ir desde más funcionales a más problemáticas.

Asimismo, el material filmado lo usamos en  “sesiones de video-feedback”, técnica utilizada por estudiosos del apego, con el fin de estimular la reflexión y conexión emocional de los padres respecto a  su propio comportamiento en la interacción con su hijo/a.

En concordancia con las ideas de Peter Fonagy, quien plantea que el nivel de función reflexiva que poseen los padres es fundamental para explicar la calidad del vínculo padres-hijos, buscamos generar instancias que aumenten la capacidad de los adultos de reflexionar y mentalizar coordinadamente con la mente de sus hijos.

Junto con lo anterior, acompañamos a los padres a sumergirse en su historia familiar transgeneracional, que en el curso del proceso terapéutico ocurre de manera natural. 

Ellos a través de las reflexiones sobre si mismos ligan espontáneamente su accionar y emocionar como padres con su propia historia, que Alicia Fraiberg y Selma Liebermann en sus estudios de intervención temprana,  han denominado las historias de “ángeles y “fantasmas en la cuna o la guardería”, para referirse a las experiencia de la temprana infancia que pueden perturbar o bien proveer elementos protectores del vinculo.

De este modo, podemos resumir nuestro quehacer, señalando que en este desafío de aportar al desarrollo de un modelo de intervención familiar en la etapa de crianza temprana realizamos y utilizamos una serie de conceptos y metodologías que nos han seducido y hemos ido decantando progresivamente.

Es así como observamos interacciones, las filmamos, jugamos en la alfombra con toda la familia, hacemos video feedback, promovemos el desarrollo de la función reflexiva, y de la calidad del vínculo familiar, junto con vincular las historias transgeneracionales de los padres de manera de apoyar a los padres a darle un sentido y proyección a sus vivencias y desafíos de esta hermosa  y vertiginosa etapa de la vida.


Así nos divertimos y aprendemos en conjunto con las familias.

Equipo Inicia:

Cristina Gonzalez B.
Sara Aberg S.

Astrid Villouta S.

http://www.terapiafamiliar.cl/web/cont_equipos_4.php?cod_info=9



miércoles, 7 de agosto de 2013

Concurso de Fotografía “Ojo con las Familias”. Premiación 27 de Julio 2013.

Buenos días, gracias por venir, …

Organizamos este concurso  en el contexto de la celebración de los 30 años de la existencia del  Instituto. 30 años dedicados a la  psicoterapia y al trabajo psicosocial con las personas y las  familias, a la docencia y  a la divulgación de todo lo que  hemos aprendido y que creemos que  le hace bien  a las personas y a las familias.
Y como a tantos otros, nos gusta la fotografía  y  como decíamos en la convocatoria, nos  interesa conocer  cómo son las familias de hoy en nuestro país, según lo que las personas sienten, quiénes forman parte de su  familia, con  quiénes  comparten su vivir, con quiénes se  relacionan, cómo se quieren, cómo se entretienen…
En el año  1993  organizamos nuestro Primer Concurso que se llamó “Ojo con la Familia”, ahora quisimos mantener el nombre, pero hacerlo más plural, porque creemos que las familias se han vuelto más plurales
 
En “Ojo con  las familias”, quisimos  descubrirlas una vez más.
Y ahora hemos recibido  muchas lindas fotografías, un amplio abanico de cuáles son los registros fotográficos que hacen las personas de su familia.
Momentos felices, sencillos, cotidianos y otros especiales, extraordinarios que se atrapan para conservarlos en la memoria histórica, porque la fotografía tiene la magia de  guardar detrás de las imágenes, la situación entera, con los colores, los  olores, los sentimientos vividos, los relatos posibles y diferentes a veces de quienes estuvieron ahí.
Y al mirar todos estos registros  podríamos hacer algunas observaciones:
 
Lo primero, decir que ,en general,  las fotos que recibimos difieren de las "antiguas". No son tanto "Retratos de Familia" , sino mas bien reflejan los vínculos familiares, relaciones especiales entre sus miembros, momentos únicos, como el gozo de la madre embarazada ,la emoción del  nacimiento de un hijo, la llegada del hermano, padres regaloneando con los hijos. También fotos de matrimonio, de cumpleaños , de niños y también de adultos. Muchas fotografías de paseos, de niños jugando ,de relación con la naturaleza, con los paisajes, con nuestras playas y el azul del mar. Compartiendo almuerzos, "onces" con tecito.
 
Fotografías del grupo familiar nuclear:  padre, madre e  hijos ,  padre con hijos , o madre con hijos. Se señala también algunas como "familia ensamblada". La familia extendida también está presente,  los abuelos y el grupo familiar amplio.
 
Lo  más fotografiados en las familias chilenas son los niños. Ellos están en prácticamente todas las fotografías, jugando, posando para la foto. Padres  orgullosos de sus hijos.
Se advierte la valoración de los  hermanos como grupo fraterno, la  relación padre- hijo/a y madre hijo/a. La pareja sola aparece  poco,  al parecer ¿no se asocia tanto con Familia?

Está presente el tema generacional,"3 generaciones”, el tema de género fotos de "mujeres", fotos de  "hombres". En este pequeño muestrario, podemos rescatar claramente la importancia que las personas otorgan a los vínculos significativos y constitutivos de nuestras identidades, como lo más preciado y valioso del vivir en familia.

Agradecemos a todas las personas que se entusiasmaron y participaron en este concurso y también a los 3 jurados, Daniela Miller, Samuel Shats y Fernando Rosselot, quienes generosamente nos ayudaron  en la difícil tarea de elegir a los ganadores.
 
Los invitamos a conocer las fotografías que concursaron y agradecemos a todos quienes compartieron sus imágenes de familia con nosotros.

 

Verónica Gazmuri.
Coordinadora del Concurso. 

lunes, 8 de julio de 2013

Juntos 30 años después. Cada uno y cada una con su sombrero.



Cuando en 1983,  un grupo de profesionales interesados en estudiar las nuevas tendencias en  psicoterapia, nos reunimos, viniendo desde diferentes lugares, atraídos por la idea de estudiar y revisar nuestro trabajo en conjunto con otros compañeros de ruta, creo que no imaginamos que 30 años después volveríamos a estar con el mismo entusiasmo compartiendo nuestros aprendizajes y experiencias  del   trabajo que  actualmente estamos desarrollando.  Y esta vez junto a tantos otros que han ido  llegando  año tras año integrándose a nuestro grupo, que ya no es solo un grupo, sino una gran Institución que organiza e integra  la formación de terapeutas sistémicos  y el ejercicio de la psicoterapia, manteniendo  la orientación inicial de entender  a la persona en su contexto relacional y enfatizando también su ser social siempre vinculado al  mundo en el que le toca vivir.

A este encuentro en La Leonera, no le faltó requisito:

Elegimos un hermoso lugar en plena  naturaleza, porque sabemos que la naturaleza nos hace bien, nos contacta con nuestras raíces, nos trae a tierra, nos recrea con su grandeza y su hermosura. También un lugar que nos aleje lo suficiente  de las múltiples demandas a las que estamos expuestos cotidianamente, así fuimos capaces de regalarnos  dos días enteros  para dedicarnos a compartir nuestras experiencias con agrado y relajo. En cierto modo, también un auto cuidado para nosotros. Una casa grande donde estar  juntos, la conversación nocturna íntima,  la rica comida, algo de paseo en el campo, en conversaciones diversas para ponernos al día en nuestras vidas , para contarnos los sueños actuales , para mostrar en los celulares a nuestros hijos y ,también ahora ,los nietos. Es decir para re- relacionarnos en lo que nos importa y en lo que nos hace felices. También porque no decirlo, para contar situaciones que nos afligen en la seguridad de sentirnos escuchados y acogidos.

Y en este contexto de tranquilidad, de amistad y confianza, nos avocamos a revisar los aprendizajes de estos años, de   cómo hemos ido evolucionando en nuestra tarea como psicoterapeutas relacionales en concordancia  con los  desarrollos conceptuales ligados a la psicoterapia, y al conocimiento en general, conscientes de  los enormes cambios que permanentemente ocurren en los diferentes ámbitos, en este siglo.

Cada uno, cada una,  con un sombrero, el que trajo ese día, porque cada uno tiene muchos que se pone para  las distintas ocasiones.

En estos dos días hemos recreado  nuestra historia desde los inicios,  lo que llamamos en esta ocasión nuestro patrimonio, ¡Gran patrimonio! y hemos visualizado el recorrido a través de estos 30 años. Pudimos ver un  gran  árbol que ha ido creciendo y echando raíces, con muchas ramas, hojas y frutos diversos.

Participamos de las exposiciones de los diferentes equipos de trabajo y la conversación en torno a ello:

La Terapia familiar con niños y adolescentes, desde donde inicialmente surge la terapia sistémica; el complejo tema  del consumo problemático de drogas; el trabajo cada  vez más necesario con las dificultades y los desafíos de las  familias que se construyen  en el ensamblaje de familias anteriores. Porque las  organizaciones familiares  van cambiando, conforme ha sido siempre a lo largo de la humanidad  y las personas que las integran tienen que ir encontrando nuevas formas de vincularse en familia.

Pudimos ponernos al día en los temas de fertilidad y adopción, de  cómo actualmente hombres y mujeres viven el hecho, acompañado la mayoría de las veces de mucho dolor, de no poder engendrar los hijos que han deseado y como entonces se  abren puertas para ser padre y madre a través de otras modalidades.

Reflexionamos en torno a la terapia de pareja, pudimos acercarnos al trabajo que han ido desarrollando diferentes equipos, enfoques todos válidos en sí mismos, acordes a las motivaciones y miradas de los terapeutas y a las necesidades y requerimientos diferentes de  cada pareja que consulta.

Pudimos apreciar también el trabajo del equipo de  mediación familiar, distinto y cercano a la terapia  familiar, con familias que enfrentan  fuertes  conflictos al establecer una nueva organización familiar posterior al divorcio conyugal.

El equipo de psicosocial nos mostró algo de  nuestro más reciente desafío , el de trabajar con familias vulnerables y de ir creando una manera particular de hacerlo, la ambición de desarrollar un modelo de trabajo que se pueda trasmitir y así multiplicar la acción terapéutica con tantas  familias que lo requieren urgentemente.

Y como seguimos creciendo, terminamos este encuentro con la presentación  de los nuevos proyectos en marcha, siempre en el afán de ir abarcando temáticas relevantes en torno a las necesidades psicoterapéuticas con que nos enfrentamos  y que encuentran en el Instituto espacio para desarrollarse.

Creo que podemos enorgullecérsenos de la calidad de cada una de las presentaciones, del esmero que cada equipo  mostró al presentarnos  su trabajo y entusiasmarnos con ello.

Y después de un intenso día de atenta escucha y de activa reflexión llegó el momento de sacarnos nuestros sombreros de terapeutas y de ponernos otros, otros de diversión y risa, compartiendo una cena  de gala, con humor y simpatía mostrando nuestros sombreros para la ocasión.

¡Gracias a los que se animaron con el teatro, con la música, con la fotografía, con el cine!

Estos dos días, ¡Enormes dos días!, este encuentro organizado con entusiasmo, con esmero y creatividad y con mucho amor ha sido extraordinario y nos renueva la fuerza y el entusiasmo para continuar nuestra aventura.

Porque en la noche, al regresar a casa, compruebo una vez más que la labor de terapeutas que hemos elegido es fascinante y compleja. Porque como terapeutas entremezclamos nuestra vida con la de los otros ,con la clara percepción y la lúcida conciencia para distinguirlas, como terapeutas nos valemos  del interés por las otras personas que buscan nuestro apoyo, de la curiosidad por sus vidas , nos valemos de los conocimientos y la sabiduría acumulada, de la imaginación que nos hace mirar mas allá de lo habitual, queremos a veces ser magos, brujos, adivinos, para ampliar la  visión del mundo y traer a la vida nuevas oportunidades. Porque queremos entender y darle sentido a la vida, cuando el dolor ha creado  barrotes que aprisionan, enceguecen, enloquecen... y queremos ser parte de la liberación del sufrimiento y del poder disfrutar el placer de la vida misma.


¡Felicitaciones a los organizadores y a todos los que participamos en el!


Agradezco el privilegio de pertenecer al Instituto Chileno de Terapia Familiar.



Veronica Gazmuri.
La Leonera , junio 2013.