jueves, 26 de abril de 2018

"Reconstruyendo después del tornado: una historia de abandono y reparación".

REMOVED (de Nathanael y Christina Matanick)

Removed es un cortometraje del año 2013, que cuenta la historia de Zoe, una niña que junto a su hermano pequeño, son separados de sus padres luego de que se descubriera la violencia de la cual eran víctimas por parte del padre y la negligencia en el cuidado por parte de la madre.

A lo largo de la historia, dividida en dos partes (Removed I y II), somos testigos de cómo Zoe va fluctuando entre la desesperanza y la esperanza, la ilusión y la desilusión, la tristeza, la rabia, el amor y el desamor. También somos testigos de cómo el sistema de protección la separa de sus padres y hermano, para ser llevada a una familia guardadora, que se muestra incapaz de brindarle estabilidad, contención y constancia en las relaciones, fracasando en su intento de cuidado. Finalmente llega donde Kyra, una madre “guardadora”, quien a través del cariño, la empatía y la contención, le devuelve a Zoe poco a poco la esperanza de ser feliz y sentirse amada, aun cuando la vida volverá a azotarla.

Nos preguntamos, ¿Cómo nos REMUEVE la historia de Zoe?

Desde la voz de su protagonista, este cortometraje nos invita a conectarnos con la angustia, el dolor, la desilusión y la incertidumbre de vivir en un mundo donde siente que nadie la ve y nadie la quiere y donde otros deben decidir qué es lo mejor para ella.

Removed nos muestra el mundo emocional de una niña que ha sido abandonada y herida de múltiples maneras. Esta niña se construye desde una historia en donde no ha experimentado el amor y el cuidado de un otro, lo cual pareciera anestesiarla en su sentir, deja de esperar que la vean, que la cuiden y que la quieran. Su lugar en el mundo parece más bien un no-lugar. No pertenece, está obligada a errar de hogar en hogar, de familia en familia. Pareciera que su destino es transitar, ser movida y removida, sin tener la posibilidad de quedarse en una relación para experimentar el sentirse querida.

“Erase una vez una niña que estaba siendo destruida. Y de hogar en hogar aprendió a no confiar, a estar siempre alerta”, relata Zoe.

A partir de su relato, podemos conectarnos con la carga emocional con la que vienen los niños que han sido abandonados por sus familias biológicas, han vivido institucionalizados y luego son adoptados. ¿Cómo no comprender que sus manifestaciones de rabia tienen un asidero en su historia? Debemos abrirnos a la posibilidad de interpretar estas “conductas difíciles” que muchas veces caracterizan al niño adoptado, como la manifestación de una lucha interna entre una historia dolorosa que les ha enseñado a no confiar, y la nueva oportunidad de experimentar el amor de unos padres cariñosos.

Muchas veces en nuestra práctica clínica, hemos observado que los niños con historias de abandono sienten una gran confusión y desesperanza respecto de sus vínculos significativos. Si se permiten amar y ser amados, se están exponiendo a sufrir ante la posibilidad de experimentar un eventual rechazo. Entonces pueden distanciarse o incluso agredir al que les entrega cariño, como si estuviesen buscando el límite del amor del otro. Si ya me han dejado ¿cómo puedo estar seguro de que eso no volverá a ocurrir?


Por otro lado está la necesidad, inherente a todo ser humano, de sentirse amado y protegido por otro. Hay un deseo profundo de experimentar el amor incondicional de una madre y un padre. Pero aparece la angustia de no saber cómo hacerlo.

En el cortometraje, vemos representado esto en la relación entre Zoe y Kyra. Observamos cómo esta mujer es capaz de ver a Zoe más allá de lo que la niña muestra. Kyra logra leer su necesidad y se hace cargo de ella. Con paciencia y cariño logra contener a Zoe cuando se enoja y la agrede. Es capaz de comprender que detrás de esa conducta, hay una niña que está sufriendo y la necesita, pero no sabe cómo pedirlo de otra manera.

Poco a poco comienza a construirse un vínculo entre ellas. Lentamente Zoe aprende que puede confiar en Kyra, que ella no se irá a pesar de sus intentos por alejarla. Comienza a experimentar la confianza, el cariño, el sentirse comprendida por otro, la contención y el cuidado. A partir de esta nueva experiencia vincular, podemos sentir la esperanza de que la vida puede ser distinta para esta niña.

Al respecto nos preguntamos ¿cuán reparador puede ser este vínculo amoroso?

Creemos que la oportunidad de experimentar este tipo de vínculos abre un mundo de posibilidades. La vida puede seguir siendo difícil, seguramente aparecerán nuevos dolores, pero cuando sentimos la certeza de que hay alguien que estará ahí para acompañarnos y cuidarnos, todo ese dolor adquiere un matiz diferente. La angustia ya no desestructura, porque sabemos que hay otro que nos contiene y acompaña en el dolor.

Esto nos parece liberador. El vínculo con otro nos regala la posibilidad de elegir quién queremos ser, porque devuelve la dignidad y el amor hacia uno mismo. Al sentirnos valorados por otro, podemos valorarnos a nosotros mismos y viceversa. Es un camino de doble sentido.

Kyra dice; “Justo en la mitad del tornado, puedes elegir que éste destroce tu corazón o puedes elegir de qué manera permitir que lo que te ha pasado te afecte”.

Esta frase ilustra un punto de inflexión en la vida de Zoe. Ella puede elegir cómo su pasado afectará la construcción de su futuro. Tiene la posibilidad de ser alguien diferente a lo que ha sido hasta ahora, porque hay un otro que la ha ayudado a cambiar la percepción de sí misma. Alguien pudo verla y comprenderla en su dolor y eso es reparador.

En nuestra práctica trabajamos profundamente este tema con los padres adoptivos. La importancia de aprender a mirar a sus hijos en su dolor, les dará la oportunidad de reparar juntos su historia de abandono y soledad. Para esto, es necesario conectarse con los propios dolores y fantasmas, ya que de esta forma, podrán encontrarse con el otro en el dolor, lo cual les abre la posibilidad de comprenderlo y quererlo desde ahí. El vínculo que entre ellos se construirá, puede ser tan poderoso que creará una nueva oportunidad: elegir ser quienes ellos quieran ser.



Unidad de Familia, Fertilidad y Adopción.

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